Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Ni crímenes detienen a ‘corcholatas’
Ni los crímenes de dos sacerdotes jesuitas detuvo la abierta campaña electoral de Morena y sus ‘corcholatas’ rumbo a las elecciones locales en Coahuila y el Estado de Mexico el próximo año así como las presidenciales de 2024.
Apenas en la víspera fueron velados y sepultados los restos de los religiosos, Javier Campos y Joaquín Mora, abatidos por el crímen organizado en el atrio de la iglesia de Cerocahui, en el municipio de Urique, Chihuahua.
No se declaró luto nacional por estos hechos de sangre que conmocionaron a la comunidad católica, incluido el Vaticano, y el país entero, al contrario, se buscó distraer la atención ante un fracaso más en la estrategia de seguridad contra la delincuencia.
El inquilino de Palacio Nacional mejor se retiró a practicar su deporte favorito, antes de insistir en sus mañaneras que no modificará su política de ‘abrazos no balazos’.
Pareciera que, como dice el dicho, lo que ya no quiere es queso, sino salir de la ratonera.
Sólo así se explicaría el haber adelantado la sucesión presidencial a casi dos años y medio que concluya el sexenio.
Apenas a inicios de la semana pasada con datos del propio gobierno se informó que en lo que va de su mandato, López Obrador ya había rebasado el número de homicidios dolosos acumulados durante toda la administración de Felipe Calderón.
Hasta este fin de semana sumaban ya 124 mil 457 asesinatos en 42 meses de gobierno de la llamada cuarta transformación.
Y en esos crimenes hay víctimas que son niños, adolescentes, jóvenes, hombres, mujeres y sacerdotes también.
De 2019 a 2021 ya van siete religiosos asesinados, incluidos los jesuitas de Chihuahua el lunes pasado.
Un ‘río de sangre’ que corre por el país, y que tiene preocupada a la Iglesia Católica que ahora pide justicia por ambos crímenes.
Mientras eso ocurre en México, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum y ahora el líder del Senado de la República, Ricardo Monreal encabezaron un mitín en Coahuila para medir sus aspiraciones políticas hacia las elecciones de 2024.
No importa que se viole la ley electoral o se utilicen recursos púplicos, lo demás puede esperar. México todavía aguanta eso y más, aunque se lo esté llevando el carajo.