Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Monreal, la ‘oveja negra’
El senador de Morena, Ricardo Monreal Ávila se ha convertido en la ‘oveja negra’ de la mal llamada cuarta transformación después de que no fuera incluido en la lista de aspirantes a suceder al inquilino de Palacio Nacional en el 2024, Andrés Manuel López Obrador.
El político zacatecano, quien ha militado en el PRI, PRD, PT y desde el 2015 en Morena, en su más reciente declaración advirtió que su nombre sí aparecerá en la boleta presidencial y espera que sea bajo el partido Movimiento Regeneración Nacional, pero que no será ‘corcholata’ de nadie.
De entrada, Monreal Ávila ya echó por tierra la encuesta para elegir al candidato pues se trata de un mecanismo desgastado, agotado y que ha generado inconformidades en las bases morenistas.
El coordinador de Morena en el Senado de la República reconoce que AMLO tiene una alta estima hacia la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum pero que eso no la convierte en la candidata oficial para sucederlo en las elecciones presidenciales.
¿Por qué López Obrador no lo incluyó en la lista de los ocho que podrían sucederlo? La excusa de Monreal es que él como senador pertenece a otro poder. Aunque en los hechos, la lectura es otra.
En esta adelantada sucesión al senador zacatecano ya se le achacan derrotas electorales como en la alcaldía Cuauhtémoc el pasado 6 de junio y de la que fue jefe delegacional de 2015 al 2017.
La intentona de regular las redes sociales al proponer reformas a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión que incluía sanciones de hasta 89.62 millones de pesos a usuarios que violaran la libre expresión al final del día a quien dejó mal parado fue a López Obrador.
La última iniciativa que lo puso en el centro del huracán fue la extensión por dos años del mandato del ministro Arturo Zaldívar al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y que le ha valido una andanada de críticas en la prensa a su mismísimo jefe.
Pero eso no es nada, Monreal Ávila sabe que en su haber pesan acusaciones, primero a su paso por la alcaldía Cuauhtémoc donde se le involucró en una posible red de corrupción y tráfico de influencias en la asignación irregular de contratos por 266 millones de pesos según denunció en su momento la asociación civil Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
Pero además en el 2015 detuvieron a dos de sus colaboradoras con un millón de pesos en efectivo, en el aeropuerto de Tapachula, Chiapas, un caso del que hasta hoy ha hecho mutis el actual senador de Morena y suspirante a la presidencia.
Todo eso lo saben en Palacio Nacional donde ya le deben tener armado un grueso expediente para descarrilarlo de sus pretensiones, más lo que se acumule si sale del redil. Sólo es cuestión de tiempo.
