La recién nombrada titular del Secretariado de Naciones Unidas para el Clima, Patricia Espinosa, afirmó que su designación es un reconocimiento a la política exterior de México, a su papel en el ámbito multilateral y a su lucha contra el cambio climático.
En entrevista con Notimex, la primera que otorga Espinosa tras su nombramiento en el cargo, dijo que en ese contexto se le da un reconocimiento especial a México por “su papel en la lucha contra el cambio climático”.
Espinosa, quien en la actualidad es la embajadora mexicana en Alemania, recordó que será a mediados de julio próximo cuando asumirá en la ciudad alemana de Bonn el cargo al cual la nombró el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon.
“Sin duda, un momento que nos posicionó de manera muy particular en ese tema (en la lucha contra el cambio climático) fue en 2010 la Conferencia de Cancún”, en el sureste de México, consideró la diplomática.
Agregó que en ese foro “se establecieron las bases de un proceso de negociación muy intenso que desembocó en el Acuerdo de París (Francia) en diciembre de 2015”, el cual se adoptó en la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático.
Espinosa manifestó que “la tarea principal en estos momentos y en los años que vienen, va a ser el cumplimiento de los acuerdos de París, la puesta en práctica de esos acuerdos”.
“París estableció las bases, un marco general en el que los países, de manera mayoritaria y unánime se comprometieron a reducir las emisiones de sus economías”, indicó.
“Ahora hay que desarrollar, por un lado, una serie de herramientas, de instrumentos de medición, de verificación, una serie de cuestiones técnicas complejas, para poder poner en marcha a nivel nacional medidas que nos lleven hacia un mundo y hacia economías bajas en carbono”, señaló.
La diplomática mexicana consideró que eso también va a implicar un trabajo con otros actores internacionales, no solo con gobiernos, ya que es un hecho que los acuerdos de París y sus componentes no pueden ser solo instrumentados por los gobiernos.
Requieren de la participación activa y permanente de toda la sociedad civil, de organizaciones, de empresarios y de científicos para poder dar un seguimiento y cumplimiento cabal a estos compromisos, que son muy ambiciosos, y que implican un cambio estructural, dijo.
Señaló que faltan tres años y medio para 2020, el año marcado como meta por el Acuerdo de París para iniciar su aplicación y vigencia vinculante.
“Es muy pronto para decir algo al respecto, sin embargo, el dato que es importante registrar en este momento es que hay una visión muy compartida sobre la urgencia de poner en marcha acciones que nos puedan acercar al cumplimiento de los compromisos”, indicó.
Además hay una gran conciencia “sobre los costos enormes que ha tenido el cambio climático: el sentido de urgencia para emprender las acciones es mucho más compartido”, dijo.
“En ese sentido, el Acuerdo de París marca también una directriz para que de aquí a 2020 se puedan incrementar los niveles de ambición en cuanto a los compromisos de los países”, agregó.
Espinosa destacó que en este tema existe “un entusiasmo mucho mayor, un nivel de compromiso mucho mayor del que habíamos visto antes”.
Sin embargo, consideró que se trata de negociaciones de la mayor complejidad técnica que incluye temas como medidas de adaptación y de cómo medir esos esfuerzos, cómo darles transparencia, cómo poder generar metodologías que permitan un panorama muy completo a nivel global de lo que está pasando en cada uno de los países.
El titular de la ONU, Ban Ki-moon, expresó al dar a conocer la designación de Espinosa como titular del Secretariado del Clima, que la diplomática mexicana tiene una clara conciencia de la inextricable relación entre el cambio climático y las metas para el desarrollo sostenible.
Espinosa recordó que en 2012 fue nombrada por el secretario general de la ONU como miembro del Panel de Alto Nivel que preparó un informe sobre la Agenda de Desarrollo.
“Eso me permitió compenetrarme de los distintos componentes y en la decisión que fue adoptada por la Asamblea General de la ONU en cuanto a la Agenda de Desarrollo 20-30”, narró.
Afirmó que “lo que quedó de manifiesto es que el cambio climático está en el centro de cualquier política de desarrollo. Lo vemos en el transporte, en el sector agropecuario, en el sector comercial. Todas las actividades económicas tienen un componente de contribución a las emisiones, y por lo tanto inciden en el cambio climático”.
En cualquier desarrollo, crecimiento, que los países puedan programar deben incorporar el componente de lucha contra el cambio climático, de búsqueda de reducción de emisiones contaminantes y de procesos más eficientes y limpios, menos intensivos en carbón, indicó.
La embajadora mexicana refirió que respecto a la atmósfera política que percibe a nivel internacional sobre los esfuerzos para aplicar los Acuerdos de París se puede considerar que existe voluntad para cumplir con los objetivos.
“Yo creo que estamos en un momento muy positivo, veo una voluntad política enorme y recordemos la gran cantidad de mandatarios que acudieron a la Conferencia de París, y después a la Asamblea General para suscribir el Acuerdo de París”, destacó.
“Creo que es una señal muy clara de que al más alto nivel político hay una gran sensibilización, así como la voluntad de darle seguimiento al Acuerdo”, consideró.
Opinó que ahora corresponde “aprovechar ese capital político y dar los instrumentos concretos para llevar a la práctica, en el día a día, acciones concretas de la lucha contra el cambio climático”.
Después de desempeñarse por segunda ocasión como embajadora de México en Alemania, con su nuevo cargo en la ONU seguirá es esta nación europea, “un país en el que me siento muy a gusto, donde he sido recibida de manera muy generosa”.
“Alemania es un país que ha dado muestras de liderazgo en este ámbito de lucha contra el cambio climático, cuyo apoyo al Secretariado ha sido realmente muy importante”, subrayó.
“Me entusiasma seguir en Alemania, en esta ocasión luchando desde otra trinchera”, enfatizó.