Testigo fiel
Por: Jesús Torres
México, mal parado en el exterior
Si algo hacía falta para que el gobierno de López Obrador siga quedando mal parado en Estados Unidos, su principal socio comercial, la visita a Washington del líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, terminó por darle una buena estocada a la llamada Cuarta Transformación.
No es lo mismo que desde México se denuncie al inquilino de Palacio Nacional a que un líder opositor, como lo hizo Alito Moreno, acuda a instancias internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) y el Capitolio, sede de las dos cámaras del Congreso norteamericano.
Ante esas organizaciones, el dirigente del tricolor denunció que en México se pretende instaurar una dictadura, como ya existe en otros países, entre ellos Cuba y Venezuela, y que en parte a eso se debe que se persiga a políticos de oposición y se violen flagrantemente los derechos humanos.
Acompañado de legisladores federales, el presidente del CEN del PRI se reunió con el secretario de la OEA, Luis Almagro ante quien denunció la persecución política que ha desatado el gobierno de AMLO contra opositores, así como los ataques a instituciones y a la democracia en México.
Y no sólo eso, también acusó el incremento de muertes de periodistas durante el gobierno morenista, así como una creciente violencia e inseguridad, reflejada también en los feminicidios y los abusos que padecen las mujeres mexicanas.
Aunque el líder priista sostuvo una reunión privada con congresistas estadounidenses en el que se abordaron temas de interés para la relación entre ambas naciones, no se duda que uno los puntos a tratar haya sido la actual disputa por las violaciones al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y el riesgo de que se impongan sanciones al gobierno mexicano en la forma de aranceles a cualquier tipo de exportación.
Si ya México es mal visto en América del Norte por violar acuerdos con sus socios comerciales, y de paso es acusado de tener un gobierno autoritario, que no respeta las instituciones, la democracia y persigue a opositores, en Europa no ha sido la excepción.
Y de ello tiene conocimiento la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, así como partidos de los cinco continentes con quienes se reunió en la primera semana de julio el dirigente del PRI, Alejandro Moreno.
En Europa, el priista señaló que México sufre por la peor crisis de seguridad de su historia, con homicidios, secuestros, feminicidios y asesinatos en contra de periodistas, que han alcanzado niveles alarmantes. En tanto, dijo, las organizaciones criminales operan bajo el silencio cómplice del Gobierno Federal, cuya estrategia de seguridad ha fallado por completo.
Pero, además, acusó que el gobierno de Morena ha usado recursos públicos y a las agencias de seguridad y procuración de justicia, como la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Fiscalía General de la República (FGR) para realizar espionaje, obtener información personal de manera ilegal y proceder sobre argucias legales en contra de la oposición.
Ataca a autoridades electorales, tribunales, instituciones, a los medios de comunicación y a toda voz que expresa desacuerdo con su desastrosa manera de gobernar.
Hasta donde se recuerde, ningún líder opositor había ventilado fuera de México tantos excesos de un régimen fallido y condenado al fracaso.