La promesa del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de acercarse a la autosuficiencia energética en el primer trimestre de 2025 no se ha cumplido. A pesar de la operación parcial de la refinería de Dos Bocas y una reducción en las importaciones de combustibles, México continúa dependiendo significativamente del suministro extranjero.
En febrero de 2025, las compras externas de gasolina, diésel y turbosina alcanzaron los 605 mil barriles diarios, cifra que representa 30 veces más que los 20 mil barriles proyectados por la administración federal anterior para ese periodo.
La meta del entonces presidente López Obrador era reducir las importaciones a solo 2% del consumo nacional. “Al inicio del gobierno comprábamos 927 mil barriles diarios de gasolina, diésel y turbosina; al término estaremos en 52 mil, y en el primer trimestre de 2025 sólo 20 mil”, aseguró el 3 de agosto de 2024. Sin embargo, los datos más recientes muestran que las importaciones representaron el 46% del consumo nacional en febrero. En particular, la gasolina fue importada en 48%.
Octavio Romero, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), declaró en su momento: “Nos vamos a quedar a dos por ciento de lograr el 100 por ciento de la autosuficiencia, pero fue por falta de tiempo”.
La refinería de Dos Bocas, uno de los proyectos prioritarios del sexenio anterior, procesó en febrero apenas 6 mil 797 barriles diarios de petróleo, con una producción de 9 mil 922 barriles diarios de productos petrolíferos, entre los cuales 7 mil 246 fueron gasolinas. Esto equivale al 2% de la capacidad total de procesamiento de la refinería y al 4% de la producción de gasolinas que el gobierno aseguró podría alcanzar.
La situación actual ha sido asumida por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien en el Plan México 2025-2030 planteó el objetivo de aumentar en 30% la elaboración de combustibles. No obstante, ese objetivo parte de una base limitada, ya que la infraestructura de refinación enfrenta un bajo nivel de operación, y la producción nacional de petróleo continúa sin alcanzar las metas establecidas.
En febrero de 2025, Pemex reportó una producción de 1 millón 367 mil barriles diarios de petróleo crudo, y 1 millón 621 mil barriles diarios de hidrocarburos líquidos, dentro de los cuales se incluyen 253 mil barriles de condensados. Estas cifras están 433 mil barriles diarios por debajo del objetivo de 1.8 millones establecido por la administración de Sheinbaum.
La caída en la producción nacional de crudo fue constante a lo largo de 2024. En diciembre de ese año, el país registró un volumen de producción de 1 millón 355 mil barriles diarios, el más bajo en los últimos 14 años. El leve repunte observado en los primeros meses de 2025, con un incremento de apenas 12 mil barriles diarios en febrero, no ha sido suficiente para revertir la tendencia general.
Desde el sexenio anterior, Pemex enfrentó un declive en su capacidad productiva, tanto en exploración como en refinación. A pesar de la inversión en infraestructura, como la refinería de Dos Bocas, los resultados siguen por debajo de lo esperado. La operación de la nueva refinería se mantiene por debajo del 5% de su capacidad instalada.
La brecha entre la producción nacional de combustibles y la demanda interna sigue siendo amplia. El país consume diariamente 1.3 millones de barriles de gasolina, diésel y turbosina. La limitada producción local obliga a continuar con la compra de casi la mitad de ese volumen en el extranjero, lo cual compromete la aspiración de soberanía energética.
El panorama energético plantea retos significativos para el nuevo gobierno, que deberá atender no solo la capacidad de producción, sino también la eficiencia de operación de las refinerías y la sostenibilidad de las metas planteadas en el Plan México. La autosuficiencia energética sigue siendo una meta lejana, marcada por cifras que no respaldan las proyecciones iniciales de la administración anterior. (Mas/IA).