Testigo fiel
Por: Jesús Torres
México, fuera de control
Ni en el sexenio de López Obrador se había registrado una ejecución de funcionarios cercanos al gobierno de la Ciudad de México, como ocurrió ayer tras el asesinato de la secretaria particular y el asesor de Clara Brugada Molina.
El doble homicidio tiene una connotación que rebasa las fronteras, pues se da a un día de que el embajador de EU en México, Ronald Johnson presentara sus cartas credenciales a Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional.
Y si el presidente estadounidense, Donald Trump en sus más recientes declaraciones había dicho que Sheinbaum tiene tanto miedo a la delincuencia que no la dejan pensar con claridad, lo que se vio ayer durante la mañanera confirma, de cierto modo, lo expresado por el republicano.
A la presidenta de México la invadió el desconcierto y el sentimiento cuando el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch le confirmaba la mala noticia sobre el ataque a tiros a ambos servidores públicos.
En vez de asumir su papel de jefa del Estado Mexicano ante lo que había ocurrido, se mostró frágil con el rostro desencajado, aturdida y los ojos llorosos como si lo que viviera el país fuera una mera telenovela.
Si el embajador de EU, Ronald Johnson pensaba que venir a México era como día de campo, lo que pasó tras el ataque a funcionarios cercanos a la jefa de gobierno de la Ciudad de México, lo obligará a redoblar la seguridad y la de su esposa.
El recrudecimiento de la violencia que se vive en el país ahora con Morena en el poder no ha dado tregua desde el sexenio pasado.
Hasta ayer se contabilizaban 217 mil homicidios dolosos y contando durante los gobiernos de la llamada Cuarta Transformación.
Y no sólo eso, de acuerdo con datos de asociaciones y consultorías, el 80% del territorio mexicano se encuentra controlado por el crimen organizado donde, un día sí y el otro también, se reportan ejecuciones, masacres, narcomantas, extorsiones, secuestros, incluso asesinatos de policías, políticos y funcionarios.
Como la reciente masacre de siete jóvenes en Guanajuato, el crimen de dos candidatos a presidentes municipales de Morena en Veracruz en plena campaña electoral y apenas ayer el doble homicidio de funcionarios en la Ciudad de México.
Lo que hoy se vive en México con la violencia se asemeja más a un Estado fallido, ante la incapacidad del gobierno para mantener la seguridad y el orden en el país, una falta de control efectivo sobre el territorio y las fronteras así como la incapacidad para responder a las demandas de los ciudadanos que exigen paz y justicia. La pregunta es: ¿Hasta cuándo?