Miles de opositores marchaban en silencio el sábado en Caracas y otras ciudades de Venezuela para exigir justicia por una veintena de muertes que ha dejado una nueva ola de protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro en las últimas tres semanas.
La nueva acción de la oposición en las calles se produce tras la muerte de 12 personas la madrugada del viernes en zonas populares de Caracas, la mayoría electrocutadas, durante una jornada que derivó en saqueos, dijo el Ministerio Público venezolano.
Otras ocho personas habían muerto en medio de la más reciente ola de manifestaciones antigubernamentales, que surgió tras la decisión del Poder Judicial de asumir funciones del Parlamento, de mayoría opositora.
«Esta marcha del silencio es para exigir justicia por los caídos y la libertad para Venezuela», afirmó el diputado opositor Freddy Guevara cuando comenzaba a caminar al este de Caracas.
Los manifestantes intentan llegar a la Conferencia Episcopal Venezolana, la sede la Iglesia Católica en el país y que se ubica al oeste de la capital, bajo un fuerte despliegue de los organismos de seguridad, que se mantenían desde la madrugada en autopistas y avenidas.
Al sur y occidente del país, miles de opositores también caminaban hacia las principales iglesias, orando y portando carteles que decían «No más dictadura», «No a la represión».
Algunas protestas se han tornado violentas en varias ciudades del país petrolero, que vive una aguda escasez de productos básicos y una inflación de tres dígitos.
Los líderes de la oposición culpan a las fuerzas de seguridad por los enfrentamientos, ya que impedirían el paso a los manifestantes. Funcionarios del gobierno socialista, en tanto, acusan a los opositores de arrojar piedras a la policía y bloquear las calles para alterar el orden en las ciudades y provocar un golpe de Estado contra Maduro.