Franja Sur
Manlio: premio a la ineptitud
› René Alberto López
El nuevo dirigente del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, casi tira juego perfecto en la conformación de su equipo de trabajo, pero cometió un tremendo error: designar al chiapaneco Willy Ochoa Gallegos como secretario de organización del Comité Ejecutivo Nacional.
Ahí demostró el político sonorense que también cojea del sentimentalismo de la amistad, y que privilegia ésta por encima de la capacidad. El nuevo PRI, al parecer, necesita de sus mejores hombres, no del amiguismo y compadrazgo, vicios en los que caen los dirigentes del montón.
Cunden ejemplos en la historia y en la vida política del país de cómo las emociones de la amistad lleva a los hombres a cometer errores que los macan para siempre.
Incitatus (Impestuoso) fue el nombre del caballo que el emperador romano Calígula designó senador por el aprecio desmedido que tenía sobre el animal, a quien le puso 18 sirvientes para que lo atendieron día y noche y dormía en mantas púrpura, el color reservado sólo para la familia imperial.
Y, en el anecdotario de la política nacional está el caso de Carlos Armando Biebrich, por cuyo gran aprecio que le tuvo el presidente Luis Echeverría Álvarez, mandó incluso a modificar las leyes para hacerlo el gobernador más joven de Sonora (1973-1975) y del país.
Este pasaje de la política llevó al periodista Jesús Blancornelas a escribir el libro “Crónica de una infamia” en el que cuenta, entre otros aspectos, como se desvivía el presidente de la república por impulsar al joven político, quien antes de los 30 años fue subsecretario de Gobernación.
Según el texto, Echeverría Álvarez era capaz de desviar una gira de trabajo a fin de acudir en auxilio del entonces gobernador de Sonora. Finalmente, no concluyó su mandato, pues por su inmadurez en política se lo terminaron “comiendo” los lobos que conformaban el gabinete del mandatario federal.
De Willy Ochoa Gallegos se dice que goza del gran aprecio de Manlio Fabio Beltrones Rivera, que es su padrino en político y, debe ser, pues al cederle la secretaria de organización del PRI nacional no es poca cosa.
Ahora lo que sorprende a propios y extraños, al menos en estas tierras, es que haya alcanzado tan alto puesto, luego del pésimo trabajo partidista que hizo como delegado en Tabasco, donde el priismo mordió el polvo el pasado 7 de junio.
Y es que Willy Ochoa en suelo choco solo demostró holgazanería, dejadez, negligencia, mediocridad, ineptitud, inexperiencia, esto es, hizo todo lo que no se debe hacer en un partido político como enviado del Comité Ejecutivo Nacional.
Para empezar, el delegado oriundo de Chiapas se la pasó más tiempo en su tierra, abandonando las tareas del partido. Los propios militantes aseguran que se dedicó a dividir y a enfrentar a los aspirantes a candidaturas.
Tanto es así que, trascendió, en una de las reuniones en la ciudad de México con los seis aspirantes que buscaban la candidatura a la presidencia municipal de Centro, uno de ellos estuvo a punto de golpearlo físicamente, cansado de las mentiras y la mala política del tal Willy.
Sin embargo, Manlio Fabio Beltrones llega al PRI y lo nombra secretario de organización. Es lo que muchos no entienden y, lo califican como un premio a la ineptitud.
Bueno, si se entendería, si es que el PRI lo mandó a perder el pasado 7 de junio, para dejarle la plaza de Tabasco al PRD. Con eso de que Beltrones es “muy amigo” del gobernador de Tabasco.
La botica
1.- Bien por la secretaría de Salud. Bienvenida la campaña de fumigación que emprendió esa dependencia a fin de proteger a los pobladores del mosquito que transmite la chikungunya, pues al menos en la colonia Primero de Mayo de Villahermosa, los vecinos han observado con buenos ojos el intenso trabajo de las brigadas.