Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Madres desesperadas
No todo fue felicidad para las madres ayer en su día, pues son decenas de miles las que todavía sufren por no encontrar a sus hijos que están desaparecidos.
Desde 2016 y hasta el domingo pasado se contabilizaban 99 mil 805 personas desaparecidas en México sin ni siquiera una pista de dónde podrían hallarse.
Pero eso no es lo más lamentable, reportes oficiales hablan de 37 mil cadáveres que no han podido ser identificados en servicios forenses del país.
Aunque datos de organizaciones civiles señalan que las cifras podrían llegar hasta los 52 mil.
Estás muertes vienen a sumarse a los 340 mil homicidios dolosos que ha dejado la violencia en los últimos cinco años .
Apenas el fin de semana, mientras López Obrador realizaba una visita a Guatemala, El Salvador, Honduras, Belice y Cuba, madres centroamericanas realizaban una marcha en la Ciudad de México por sus hijos desaparecidos en tierras mexicanas.
La caravana de Madres de Migrantes Centroamericanos en 15 años de búsqueda han podido encontrar a 370 personas vivas y este 2022 pretenden hacerlo en los reclusorios.
Sin embargo no ha sido una tarea fácil ni para ellas ni para nadie pues incluso en México las madres que buscan a sus hijos son víctimas de violencia, persecución, extorsión y represalias.
Ayer hicieron lo propio un colectivo de mujeres durante una protesta frente a Palacio Nacional quienes exigían un encuentro con López Obrador.
Las historias que se han contado por parte de estas personas resultan desgarradoras ante lo vivido.
Este espacio sería insuficiente para dar a conocer cada uno de sus relatos en el tortuoso peregrinar que no se le desea a nadie.
En su más reciente informe la ONU responsabilizó a funcionarios públicos, de los tres niveles de gobierno y a la delincuencia organizada, del incremento de desapariciones de personas que ya ronda las 100 mil.
En su mayoría lo que tratan es ocultar la violencia sexual, el feminicidio, la trata y la explotación sexual.
La mayor parte de los desaparecidos son hombres de 15 a 40 años, aunque cifras oficiales reportan una creciente tendencia de niñas y niños a partir de los 12 años de edad, así como adolescentes y mujeres.
Derivado de está situación la ONU llamó urgentemente a las autoridades mexicanas a tomar acciones inmediatas para acabar con la impunidad absoluta e instaurar una política nacional que sirva para prevenir esta tragedia humana.
Sin duda, para ellas, no hubo nada que celebrar