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Lo que faltaba, la anulación en Centro

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Testigo fiel

Lo que faltaba, la anulación en Centro 

Por: Jesús Torres

Si algo le faltaba a éste gobierno del “cambio verdadero” era precisamente eso, que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, anulara las elecciones en el municipio de Centro, tal como ocurrió casi a la media noche del  miércoles, cuando los magistrados electorales resolvieran por unanimidad ordenar al Congreso local a convocar a elecciones extraordinarias y designar un concejo municipal que entrará en funciones a partir del primero de enero de  2016.

 El máximo órgano jurisdiccional del país consideró que se cometieron graves irregularidades que contravinieron los principios de certeza y legalidad durante la jornada comicial del pasado 7 de junio en el municipio de Centro.

En el descrédito quedan no sólo los consejeros electorales del IEPCT,  que fueron los encargados de organizar el proceso electoral, sino el gobernador del estado, Arturo Núñez Jiménez, quien una tras otra ha dado mucho de qué hablar desde que inició su administración debido a las múltiples pifias, escándalos de corrupción y ahora la intromisión en las elecciones locales.

No por nada el líder nacional de Morena, su paisano, Andrés Manuel López Obrador lo acusó de “mapache electoral” por utilizar, según dijo, recursos públicos para favorecer al PRD.

Baste recordar, que en una de sus visitas a Tabasco, después de las elecciones, López Obrador manifestó que como en los viejos tiempos de los priistas Roberto Madrazo, Manuel Andrade y Andrés Granier, el gobierno de Núñez había utilizado  recursos públicos para la compra de  votos, traficando con la pobreza de la gente.

Por eso digo, que la anulación de las elecciones en el municipio de Centro era lo que le faltaba a éste gobierno que no ha dado una desde que inició, y que cierra el 2015 con el revés de la máxima autoridad jurídica del país. La anulación en Centro se convierte pues en la cereza del pastel al cierre del primer trienio de Núñez Jiménez.

Haciendo un breve repaso de ésta administración, sólo hay que  recordar que en su toma de protesta, Núñez  prometió a los tabasqueños “el sol, la luna y las estrellas”. Dijo que metería a la cárcel a los saqueadores de Tabasco, y los pocos que ha recluido han ido saliendo uno tras otro por falta de pruebas o la mala integración de las averiguaciones.

Anunció, tal como lo hizo en campaña, que habría borrón y cuenta nueva con la CFE, y una tarifa preferencial para los usuarios, pero nada de eso ha ocurrido, al contrario se ha puesto del lado de la empresa través de contratos amañados  para obligar a los tabasqueños a pagar sus deudas.

Pero no sólo eso, Núñez no ha podido sacar a Tabasco del bache económico en que se encuentra, del atraso, del desempleo, la inseguridad, y lo que es peor, de la crisis hospitalaria que se vive actualmente en la entidad.

Un gobernador que no ha podido meter orden en su gabinete, por el amiguismo o compadrazgo prevaleciente con sus funcionarios o por la terquedad de no dejarse “doblar el brazo” cuando la opinión pública y los ciudadanos exigen el cese de funcionarios que no dan resultados.

Un gobernador de quien se dice, la que manda es su mujer, y la que toma decisiones en la conducción del estado.

¿Qué  más le podría pasar a Arturo Núñez y al estado al finalizar este trienio?  No lo sé, por lo pronto, lo que menos se esperaba, era que le anularan las elecciones en el municipio de Centro.