Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Libertad bajo riesgo
Desde que inició el 2022 ha sido un año fatídico para los periodistas, sin contar los registros de asesinatos de colegas en lo que va de este sexenio.
¿Habría entonces algo que celebrar el 7 de junio con motivo del ‘Día de la Libertad de Expresión’, un derecho consagrado en la Constitución?
Máxime cuando México se ha convertido en uno de los países más peligrosos en el mundo para ejercer el periodismo.
Vamos, han muerto más periodistas en suelo mexicanos en lo que va de este año, que en Ucrania desde que Rusia le declaró la guerra.
Desde principios de 2022 a la fecha han sido ultimados 11 comunicadores, la mayoría ejecutados a balazos. Ahí sí, nada de abrazos.
Y eso no es todo, el 90.9 por ciento de los casos se han presentado en estados gobernados por Morena, los impulsores de la Cuarta Transformación que encabeza López Obrador.
Desde diciembre de 2018 a mayo de 2022 han matado a una treintena de periodistas en México, considerado ya el país más mortífero para ejercer la libertad de prensa.
Los casos más recientes fueron los de la directora del semanario ‘El Veraz’ Yesenia Mollinedo, y la camarógrafa, Johana García, ambas acribilladas a tiros cuando se encontraban en su auto, estacionadas frente a una tienda de conveniencia en Cosoleacaque, Veracruz.
Como nunca había ocurrido en otros sexenios, esta vez el odio a la prensa se estila desde las más altas esferas del poder.
La extraña paradoja de este gobierno es que mientras a los periodistas se le ve como enemigos a los criminales se les abraza porque son seres humanos y hay que protegerlos.
Lo más lamentable es que a casi dos años y medio que concluya este sexenio, quienes prometieron un cambio de fondo en este país, serán recordados bajo el estigma que a los periodistas se les mataba a balazos.
Una prensa que hoy por hoy vive bajo el asedio del poder y de grupos criminales.
Si la conquista de la libertad ha costado vidas en este país, la lucha por la verdad no tendrá limites.