Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Las mañaneras, instrumento electoral
Ni duda cabe que las mañaneras se han convertido no sólo en un circo en estos dos años de gobierno sino en un auténtico instrumento electoral mediante la cual Andrés Manuel López Obrador, como si fuera líder de un partido político, ataca a sus opositores a diestra y siniestra.
Desde su púlpito, es por todos sabido que busca torcer la voluntad popular el próximo 6 de junio de este año en que se renovará la Cámara de Diputados de San Lázaro, así como la elección de gobernadores, presidentes municipales y diputados locales en todo el país.
La misma práctica utilizó desde un inicio cuando acudía a las entidades de la república en poder de la oposición para que sus seguidores, militantes y simpatizantes de Morena abuchearan a los gobernadores. Hasta que se le puso un alto al de Macuspana.
Derivado de los tiempos electorales para este 2021 y lo que marca la ley en la materia, el INE determinó en consecuencia que sería inconstitucional la transmisión íntegra de las mañaneras y que tendrán que interrumpirse a partir del 4 de abril debido al inicio de las campañas políticas.
¿Qué tendrá que hacer a partir de esa fecha López Obrador? Dedicarse a atender lo que urge resolver en este país. La inseguridad, la salud, la economía, el combate a la corrupción, entre otros temas en los que en dos años, su gobierno ha quedado a deber a los mexicanos.
En los próximos dos meses y medio que le quedan de seguir utilizando su máxima tribuna, debería informar cómo piensa dar una respuesta a las miles de demandas que hay en el país, golpeado por la violencia, la pandemia y la crisis económica que atraviesa México.
Después de múltiples derrotas electorales, AMLO, sabe que desde el pasado mes de septiembre dio inicio el proceso electoral, que incluye tiempos y reglas marcadas por la ley para los partidos políticos, sus actores y funcionarios públicos de los tres niveles de gobierno, incluido el presidente.
Su oposición a suspender las mañaneras, en vez de contribuir a que este año se celebren elecciones pacíficas, propiciará que se caiga en la degradación de la vida pública, se exacerbe la polarización y la intolerancia y se continúe avanzando por el peligroso derrotero de la erosión del tejido social y democrático, como lo señalara en su momento el presidente del INE, Lorenzo Córdova.
Lo peor de todo es que para quienes conocemos al tabasqueño, sabemos de antemano que los berrinches y pataleos seguirán dando mucho de qué hablar. Al tiempo.
