Testigo fiel
Por: Jesús Torres
La ‘tentación’ de Adán
El destape de Adán Augusto López Hernández como otro probable candidato presidencial, anunciado en días pasados desde Tabasco por el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado le da otra connotación al adelantado proceso sucesorio de 2024.
No es que el líder de Morena se haya sacado de la manga el anuncio con la intención de agradar al inquilino de Palacio Nacional por la amistad o el paisanaje que lo une con el actual secretario de Gobernación. Nada de eso.
Si Mario Delgado llegó a la tierra de López Obrador a perfilar a Adán López para competir en las elecciones de los próximos tres años es porque la orden vino del mandamás del partido en el gobierno.
El gobernador con licencia goza de todas las confianzas del originario de Macuspana, y más que su amigo lo considera su hermano.
Es un lazo mucho más poderoso que el que lo une con la ‘favorita’, Claudia Sheinbaum.
Y si al titular de Gobernación ya lo metió López Obrador en la carrera por la presidencia, no es fortuito que se lo haya llevado a México como su brazo derecho y principal operador político.
¿Quién mejor que su paisano y el hombre de su entera confianza para sucederlo en el cargo?
Aunque el gobernador con licencia no tenía los mismos reflectores que la jefa de Gobierno, del canciller Marcelo Ebrard o del líder del Senado, Ricardo Monreal, seguramente desde que despacha en la Segob las mediciones ya son otras.
No por nada, después del destape anunciado por el dirigente de Morena llegó a tierras tabasqueñas el senador, Ricardo Monreal, a quien se le vio concediendo entrevistas en diversos medios de comunicación.
El zacatecano se ha pronunciado en contra de la encuesta como método para la selección del candidato como lo ha propuesto su partido y el mismísimo López Obrador y ha pedido ir a una elección primaria mediante el voto de la militancia.
Este fin de semana, la también jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum apareció en la portada de la revista semanal de El País como parte de una disfrazada campaña a la candidatura presidencial.
A eso obedecen también sus viajes por el interior de la república sin que haya de por medio una fiscalización de recursos del INE como probables actos anticipados de precampaña.
Y eso que todavía faltan tres años para las elecciones presidenciales.
