Inicio Testigo Fiel La ‘quimera electoral’ en el edén

La ‘quimera electoral’ en el edén

677
0

Testigo fiel

La ‘quimera electoral’ en el edén

Por: Jesús Torres
 
La elección en el estado de México el pasado 4 de junio con todo y sus implicaciones para los partidos políticos, derivado de los resultados electorales, deja varias lecturas para el caso de Tabasco que entrará en este proceso el próximo año para la renovación de sus autoridades.
 
A estas alturas, ninguna de las principales fuerzas políticas del estado tiene definido quien será su candidato para la gubernatura en el 2018, aunque se sabe que muchos ya están caminando para posicionarse en el ánimo de los tabasqueños. 
 
Prueba de ello son las redes sociales, que se han vuelto un escaparate para quienes aspiran a un cargo de elección popular. Ahí se refleja el acercamiento que los actores políticos tienen con la gente y con la militancia partidista. 
 
A la par, los partidos han hecho mediciones para tener el pulso al momento de elegir a su candidato, claro está, sin considerar aún los amarres y negociaciones que se hagan en la ciudad de México pues en el 2018 también se renovará la presidencia de la República. 
 
Por lo pronto, de acuerdo con analistas y lo que se dice en la prensa, si bien la elección en el estado de México, significó un respiro para el PRI, en el caso de Tabasco no se puede asegurar que vaya a ocurrir lo mismo dada las condiciones en que se encuentra en estos momentos el tricolor, máxime si piensan jugársela con la diputada federal, Georgina Trujillo quien hoy por hoy no es garantía de triunfo.
 
En el caso del PRD y Morena sería más una “quimera electoral” verlos de la mano para mantener el poder en Tabasco dada la soberbia de Andrés Manuel López Obrador quien no dudamos pediría a los perredistas sumarse a su candidato, sea Adán Augusto López Hernández o quien le plazca. Si no chequen lo ocurrido en el estado de México.
 
Lo cierto es que el PRD por si sólo puede mantener la gubernatura en Tabasco, a pesar de los pesares, siempre y cuando su candidato sea producto del consenso de todas las corrientes internas, el mejor posicionado y que esté identificado con un amplio sector de mujeres y jóvenes, con una visión fresca y clara de cómo cambiar el rumbo del estado y todo el empuje por delante.