La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos el próximo viernes podría no ser un espectáculo tan impresionante como las de Beijing y Londres.
A cuatro días del arranque de los primeros Olímpicos en América del Sur, Marco Balich, productor ejecutivo del evento, dijo que la ceremonia pondrá fin a tradición de opulencia.
«Este no será un evento opulento, teniendo en cuenta lo que pasa en Brasil», dijo Balich. «No tendrá la grandiosidad de Beijing, los efectos especiales de Atenas o la excentricidad y características tecnológicas de Londres; será una ceremonia de apertura análoga».
La ceremonia, que costaría la mitad de los 42 millones de dólares (mdd) de la ceremenia de Londres 2012, tendrá como tema principal la sustentabilidad y hará referencias a la selva amazónica.
«Brasil tiene el último gran jardín del mundo (…) tenemos que cuidar este jardín y trataremos de compartir este mensaje de esperanza. Es una ceremonia muy contemporánea, incluso sin efectos especiales, le habla a la gente del futuro con humildad. No es una muestra de lo bueno o lo moderno que es Brasil», indicó Balich.
De acuerdo con el productor del evento el pebetero será bajo en emisiones.
En la ceremonia participarán poco más de 4,800 personas, junto a 11,000 atletas que desfilarán por el estadio. (Medio Tiempo).