Testigo fiel
Por: Jesús Torres
¿La guerra o la paz?
Entre la guerra y la paz, México debate la conveniencia o no de regresar al Ejército mexicano a sus cuarteles o permitirles que sigan participando en labores de seguridad para contener el crimen organizado.
Queda claro que este gobierno, el de López Obrador, ha fracasado en su lucha contra la delincuencia, además de su fallida estrategia de ‘abrazos no balazos’.
Vamos, no ha podido pacificar al país como prometió en campaña, y como ha dicho, se trata de una deuda pendiente con los mexicanos.
Si aún y con la participación de la fuerza militar en las tareas de seguridad en cuatro años de gobierno suman más de 133 mil homicidios dolosos y alrededor de 32 mil personas desaparecidas ¿qué pasará cuando en marzo de 2024 regresen a sus cuarteles?
Máxime que el 2 de junio los mexicanos acudirán a las urnas para la renovación de los cargos de elección popular en los poderes Ejecutivo y Legislativo de la Federación, así como en 30 entidades de la república.
Las elecciones intermedias de 2021 fueron las más violentas de los últimos 20 años derivado de la intervención de la delincuencia organizada que dejó como saldo 90 asesinatos y 693 agresiones a políticos y candidatos.
Ese es el punto del debate y la discusión que se ha suscitado en el legislativo y que, como un llamado a tiempo, surgió la propuesta de la diputada del PRI, Yolanda de la Torre Valdez para que el Ejército siga interviniendo en operativos de seguridad hasta el 2028 en tanto no haya una estrategia del Ejecutivo para contener a grupos criminales.
«No podemos saltar al vacío, no podemos dar pasos en falso, no le podemos regatear al pueblo de México la seguridad que les aporta la presencia del ejército en sus ciudades, en sus comunidades y en todos los rincones de este país», dejó en claro el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas.
Ello no significa, como ha insistido el PRI, que se esté apostando a la militarización del país. De este tema se encargará al final de cuentas la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por el ilegal pase de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa.
Todo lo demás que se ha suscitado en torno a esta discusión, -diría AMLO-, no es más que politiquería de grupos antagónicos que buscan sacar raja política en la antesala de las elecciones de 2023 en el Estado de México y Coahuila, así como la presidencial de 2024.
La alianza electoral y legislativa de los partidos, PRI, PAN y PRD no se encuentra en un momento de quiebre sino en un punto de inflexión en el que seguramente los dirigentes de estas fuerzas políticas enderezarán el rumbo de la coalición opositora como fue preconcebida. Al tiempo.
Mientras tanto, no estaría demás preguntar a los mexicanos si quieren la guerra o la paz.