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La guerra contra Alito

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Testigo fiel
Por: Jesús Torres
La guerra contra Alito

No ha gustado nada al oficialismo la postura que ha mantenido como opositor el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas a quien ya no encuentran la manera de acallarlo.

En el sexenio anterior no pudo doblarlo López Obrador y ahora Claudia Sheinbaum como presidente, sus testaferros que tiene en la Cámara de Diputados pretenden aquietarlo con un juicio político que legalmente quedó concluido desde la legislatura pasada.

‘Alito’ Moreno, -como él ha dicho-, lleva cinco años enfrentando una campaña de persecución política, calumnias y difamación por parte del régimen morenista y en todas las instancias les ha ganado.

Y es que además de ser presidente nacional del PRI, desde que llegó al Senado de la República, Moreno Cárdenas ha mantenido cohesionados a los grupos parlamentarios del tricolor en ambas cámaras en temas como la cuestionada reforma al Poder Judicial.

Encaró al presidente de la mesa directiva del senado, Gerardo Fernández Noroña y al coordinador de la bancada morenista, Adán López durante la discusión de la mal llamada supremacía constitucional con el que Morena rompió el régimen democrático de este país.

Alejandro Moreno fue además el único líder opositor que a través de sus redes sociales llamó al ministro, Alberto Pérez Dayán a no dejarse presionar por el oficialismo durante la sesión en la Corte en la que se discutía la invalidez de la reforma judicial.

En su cuenta de X, el político campechano observaba un inusual ‘giro’ procedimental de Pérez Dayán con el que avalaba que el oficialismo mediante una tómbola podía quitar a todos los jueces del país.

‘Alito’ Moreno revelaba haberse enterado una semana antes por un portal de noticias, que sobre el ministro había denuncias por acoso sexual en la Fiscalía de la Ciudad de México, aunque luego de su voto a favor de la reforma judicial crecieron las dudas si ya lo habían doblado.

El dirigente nacional del PRI posteó esa vez que disentir del oficialismo lleva sus costos y que para ser opositor en México hoy hay que tener carácter, firmeza y determinación. Que el gobierno es bajo, rudo y ruin con tal de alcanzar sus objetivos.

A raíz de todo ello, se ha desatado una guerra sucia en las redes sociales y plataformas digitales contra el líder nacional del PRI para silenciarlo, bajo la amenaza de revivirle un juicio político que legalmente no es procedente, que quedó agotado en la legislatura anterior.

¿Estará dispuesta Claudia Sheinbaum a mantener la misma política de ataque que su antecesor con la oposición los próximos seis años? Hasta ahora, a poco más de un mes de su gestión, se ha visto que si.