Democracia virtual
La feroz calumnia de los dinosaurios
Eugenio Hernández Sasso_
En 2022, cuando Alejandro Moreno Cárdenas se opuso a la reforma energética que propuso el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, un ataque despiadado fue orquestado en su contra, en un intento de ponerlo de rodillas y someterlo al poder, sin embargo, fracasaron.
En 2024, sí, en este año, a punto de concluir el mandato de Andrés Manuel López Obrador, otra andanada de ataques se han lanzado contra el líder opositor, ya que nuevamente fijó su postura de no permitir que se lleve a cabo la reforma judicial que pretende destruir ese poder para que Morena no tenga contrapesos desde el Ejecutivo y haga lo que le venga en gana con el país.
Lo más reprobable de todo esto es que ex dirigentes nacionales del PRI, aquellos que entregaron el poder, primero al PAN y luego a Morena, así como algunos de sus testaferros que ahora vegetan desde los partidos rémoras del gobierno, se han prestado para golpear a Alejandro Moreno Cárdenas, apoderarse de ese partido y negociar con quien jefatura el Ejecutivo para dejar que hagan lo que les venga en gana con la constitución.
Dulce María Sauri Rancho, Beatriz Paredes Rangel, Manlio Fabio Beltrones y Enrique Ochoa Reza, fundamentalmente, no son más que el sedimento que queda de esa clase política corrupta que saqueó al país, a sus estados y que ahora pretende seguir con la misma dinámica de los antiguos dinosaurios priistas.
Por eso están interesados en el cargo al que aspira Moreno Cárdenas en este nuevo periodo, pero, en su loco afán solo han logrado fortalecerlo.
Todos ellos y ellas hicieron lo necesario para destruir al tricolor, en tanto que Alito, por su parte, ha hecho hasta lo imposible para fortalecerlo.
Claro que ellos, acostumbrados a negociar con el gobierno, no podrían hacer otra cosa más que acordar con Morena en detrimento de la organización que les ha dado todo.
Lo que por dignidad deberían hacer, a estas alturas, es quitarse de una vez la máscara y solicitar su registro como militantes del partido vino tinto, porque desde el interior del PRI han traicionado cínicamente a la militancia que detesta a los desleales vividores del presupuesto.
De esa forma, los dinosaurios del tricolor se han valido de todo y han aprovechado la «apertura» de algunos medios de comunicación nacionales para magnificar la calumniosa campaña en contra de Alejandro Moreno y su familia.
El esquema es el mismo del 2022, se nota a leguas quien financia las publicaciones, solo que en esta ocasión no ha sido un ataque frontal del gobierno lopezobradorista, sino a través de los quintacolumnistas que todavía sobreviven hacia el interior de ese partido que intenta recuperar la confianza de su militancia, para volver a conquistar los espacios perdidos gracias a los que, por su estela de corrupción, mancharon totalmente la imagen del partido que le dio vida a las instituciones en el país.
Sassón
Lorena Piñón, al registrarse como aspirante a dirigir el PRI nacional, dijo lo que tenía que decirse: «ya no hay espacio para vacas sagradas o iluminados… El traje de terciopelo para nuestros cuadros distinguidos ya no existe… El priismo de infantería no se raja».
