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La arriesgada concentración del poder

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Testigo fiel
Por: Jesús Torres
La arriesgada concentración del poder

¿Qué más puede pasar en México tras el golpe que el oficialismo está dando para apoderarse de los poderes legislativo y judicial?

Lo que se está instaurando aquí es un nuevo sistema de gobierno en el que aún y con la oposición, el partido en el gobierno será quien, sin los contrapesos, tome las decisiones más importantes de este país, con todo y sus implicaciones.

El inmoral avasallamiento en la Cámara de Diputados con una sobrerrepresentación de Morena y sus aliados y la compra de legisladores para obtener una mayoría calificada en el Senado de la República son apenas el inicio de lo que viene.

Y no hay que ser tan duchos para darse cuenta que con el control de ambas cámaras lo que sigue es la reforma al Poder Judicial para elegir, mediante el voto popular, a jueces y magistrados, le pese a quien le pese.

No importa si los inversores, quienes han manifestado su preocupación por esta reforma, se llevan sus capitales a otros paises, o si los gobiernos, aliados comerciales de México, como EU y Canadá pongan en jaque el T-MEC.

Y entonces la Inversión Extranjera Directa (IED) se vea disminuida a cero una vez que empresas estadounidenses y canadienses empiecen a retirarse de territorio azteca.

Sólo basta echar un ojo a paises latinoamericanos como Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador quienes han limitado significativamente las inversiones extranjeras con resultados altamente desastrosos para la población.

Si eso es a lo que aspira la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sólo por congratularse con su antecesor, el todavía inquilino de Palacio Nacional, entonces no ha dimensionado las condiciones en que está dejándole el país.

A los vaivenes económicos y financieros habría que sumarle los lastres con los que Sheinbaum tendrá que cargar a partir del 1 de octubre en materia de seguridad pública, salud y educación, sólo por citar los más importantes.

Vamos, como se estila decir en estos casos: bienvenida a la cruda realidad.

No se cree que sea por eso por lo que votaron millones de mexicanos el pasado 2 de junio.