Testigo fiel
Por: Jesús Torres
La alianza AMLO-Canel
Los postulados de la revolución mexicana, como la libertad, la democracia y la justicia social, en nada se parecen a un país como el de Cuba, que no ha podido liberarse del lastre que les ha representado más de 60 años de una aplastante dictadura.
Un régimen que no sólo ha violentado las garantías más elementales de sus ciudadanos, sino que los ha orillado a abandonar la isla en busca de un futuro mejor, aún a costa de sus vidas, hacia otros países de América.
Heredero de esa dictadura castrista, como jefe de gobierno, Miguel Díaz-Canel fue invitado especial de Andrés Manuel López Obrador para celebrar el 211 Aniversario del inicio de la Independencia de México.
El acto en el que se les vio juntos a ambos gobernantes durante el desfile cívico militar, no fue por la ‘hermandad’ que pudiera haber entre ambos países, sino de formar una especie de frente contra Estados Unidos por el bloqueo económico a Cuba.
La pregunta es: ¿Quién pierde y quién gana con esta alianza antiimperialista? Sin duda México.
Sólo vasta echar un vistazo como ha dejado la familia Castro a Cuba durante más de seis décadas de dominio después de la revolución cubana que lideraron en 1953.
Para su desgracia los cubanos no sólo han perdido su libertad y la oportunidad de aspirar a una vida mejor, sino que hoy por hoy enfrentan la peor crisis alimentaria de su historia y el desabasto de medicinas en el momento más álgido de la pandemia.
Ningún mexicano en su sano juicio estaría de acuerdo en llegar a esos estadíos de la deprimente condición humana sólo porque quienes dirigen los destinos de este país buscan comprar pleitos ajenos.
Traer a México a un dictador, como Díaz-Canel, confrontado con EU y darle la palabra para acusar al gobierno norteamericano de realizar un criminal bloqueo económico a su país, es tanto como un acto de provocación al más alto nivel.
Y lo que es peor, que arropado por las fuerzas armadas, López Obrador se haya convertido en mensajero del dictador después de sentenciar que el Estado no tiene derecho a someter a otro pueblo, a otro país.
¿Qué consecuencias traerán estas juntas para nuestro país? De entrada nadie querría verse en el espejo de Cuba.
