Calles vacías, comercios abiertos sin clientela, el servicio de transporte público paralizado y muy pocas personas en las calles. Así se vivió este domingo en Chilpancingo, la capital guerrerense, luego de que el sábado distintos hechos de violencia dejaran un saldo de cinco choferes de taxi asesinados, dos de ellos calcinados, y cinco heridos, entre ellos dos mujeres.
El impacto que estos hechos tuvieron en la población se tradujo en la suspensión de fiestas, clases escolares y ceremonias de graduación. El mercado Baltazar R. Leyva Mancilla, que normalmente suele atiborrarse de gente, lució vacío este domingo.
Las autoridades señalaron la pugna territorial entre los grupos criminales de los Ardillos y los Tlacos como la razón principal de la violencia, así como la detención el pasado jueves de un líder transportista, presuntamente cabecilla del grupo criminal los Ardillos, porque presuntamente transportaba droga, cargadores y cartuchos.
En los días previos al estallido violento, concretamente el miércoles por la mañana, se difundieron un video y fotografías en las que aparece la alcaldesa Norma Otilia Hernández junto a Celso Ortega, uno de los jefes de los Ardillos.
En una parte del video se escucha que la alcaldesa pregunta: “¿Cuál es la situación? ¿Cómo puedo ayudarte? No me interesa a qué te dedicas”. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó en su conferencia mañanera del viernes 7 de julio que se iba a investigar a la alcaldesa y aseguró que no habrá impunidad y que se aplicará la ley “sea quien sea”.
Los hechos de violencia comenzaron los primeros minutos del sábado en dos hechos diferentes, pero simultáneos, cuando un grupo de hombres lanzó bombas molotov y prendió fuego a un taxi y una camioneta Urvan del transporte público.
El taxi de la ruta Ocotito-Chilpancingo fue atacado atrás de la iglesia del barrio de San Francisco, ubicada en el centro de la ciudad.
El segundo ataque contra una Urvan que cubría la ruta Colotlipa-Chilpancingo se registró en la colonia PPS, ubicada en la parte alta del cuartel de la Policía Municipal, al oriente de la capital.
Posteriormente en el municipio de Tixtla, aproximadamente a las 14:00 horas, presuntamente en represalia por el primer hecho, un grupo de hombres armados prendió fuego a dos taxis locales de la capital guerrerense y ejecutaron a tiros a un chofer.
Una de las unidades fue incendiada en la avenida Morelos, en el barrio de San Isidro, y la otra sobre la carretera federal Tixtla-Chilapa, en la colonia 6 de noviembre.
El chofer de uno de los taxis calcinados con número económico 33 fue hallado a un costado de la carretera federal, a la altura de la colonia 6 de noviembre, con el cuerpo cubierto de balas.
Alrededor de las 16:00 horas se registró una agresión armada en la base de las camionetas del transporte público que cubren la ruta Chilpancingo-Mochitlán, ubicada en la calle 18 de marzo de la colonia centro, a un costado de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), donde un chofer de la ruta Chilpancingo-Tepechicotlán resultó herido de bala, y más tarde falleció mientras era atendido en un hospital.
Minutos después, las frecuencias de radio de la policía recibieron reportes de una balacera en el bulevar río Huacapa, donde otro conductor, esta vez de la ruta Chilpancingo-Tepechicotlán, con número económico 03, fue herido de bala junto a su acompañante. La víctima se trasladó por sus propios medios al Hospital del Sur.
Minutos antes de las 5 de la tarde, dos taxis fueron incendiados en la carretera federal México-Acapulco con dirección hacia Petaquillas, al sur de la ciudad, cerca del cuartel de la Guardia Nacional en Chilpancingo. Los dos choferes fueron calcinados a bordo de sus unidades.
A las 17:30 horas en la colonia Guerrero un chofer de la ruta Chilapa-Chilpancingo fue atacado a tiros, y posteriormente trasladado al Hospital General Raymundo Abarca Alarcón. Media hora después, en la colonia Margarita Viguri, otro taxista fue atacado a balazos, y los agresores le prendieron fuego a su unidad. Más tarde se confirmó su fallecimiento el Hospital del Sur.
“Dentro de todo, todo está bien, quiero decirles que hemos estado platicando ya con todos nuestros grupos políticos, con el partido (Morena), todo está bien. Nada más si es importante que nosotros estemos muy adheridos, compañeros y compañeras, que tampoco ustedes se la crean”, se escucha decir a Hernández Martínez.
El día de los ataques habían arribado al puerto de Acapulco más de 500 militares provenientes de Tabasco, Veracruz, Puebla, Sinaloa, Nayarit y de la región de Servicios Especiales para hacerle frente a la violencia y el poder de fuego de los grupos del crimen organizado. (Infobae).
