Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Imparable jornada de violencia
Con el asesinato del diputado local y líder de la CNC en Veracruz, Juan Carlos Molina Palacios concluyó una jornada más de ejecuciones la semana pasada en este país.
Apenas veníamos saliendo de la masacre ocurrida en Chihuahua, en contra de la familia LeBarón, entre ellos tres mujeres y seis menores de edad, cuando días después el legislador del PRI era víctima de la delincuencia.
En su última intervención en el Congreso de Veracruz, el diputado ya daba cuenta de las condiciones en que se encuentra la entidad gobernada por Morena.
En un video que circuló en redes sociales Molina Palacios decía que había un ‘total desmadre’ en el estado y la gente estaba en espera de respuestas.
El priista nunca se imaginó que después sería ejecutado cuando se encontraba en su rancho en el municipio de Jamapa, cerca del puerto veracruzano.
La condena a este homicidio no se hizo esperar, como los miles que se han ido sumando en lo que va de la administración del morenista, Andrés Manuel López Obrador.
El líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas exigió a las autoridades una investigación exhaustiva que permita castigar a los responsables de la muerte de su correligionario.
El dirigente nacional del tricolor, hay que decirlo, no es el único que se ha pronunciado por lo que pasa en este país.
La escalada de la violencia en México es un asunto ya de preocupación mundial.
Lo ocurrido en Culiacán tras la captura y liberación del hijo del ‘Chapo’ Guzmán y la masacre en Chihuahua a la familia LeBarón, de nacionalidad estadounidense, a puesto a México en el centro de la discusión sobre una posible intervención militar de Estados Unidos contras los carteles mexicanos.
Por lo pronto, el gobierno del presidente, Donald Trump ya prohibió a sus connacionales visitar el estado de Chihuahua. De ese nivel la desconfianza.
