El presidente Enrique Peña Nieto enfatizó que su gobierno está más convencido y decidido a combatir la corrupción, y ofreció disculpas “por los agravios e indignación” que causó el tema de la llamada “casa blanca”.
Al promulgar las siete leyes que conforman el Sistema Nacional Anticorrupción, dijo que “si queremos recuperar la confianza ciudadana, todos tenemos que ser autocríticos, tenemos que mirarnos en el espejo, empezando por el propio presidente de la República”.
En el Patio de Honor de Palacio Nacional recordó que la información difundida sobre una propiedad “causó gran indignación” y “en carne propia” sintió la irritación de los mexicanos.
Reafirmó que “los servidores públicos, además de ser responsables de actuar conforme a Derecho con total integridad, también somos responsables de la percepción que generamos con lo que hacemos, y en esto reconozco que cometí un error”.
Por ello pidió perdón y enfatizó que no obstante que su actuación estuvo apegada a la ley, “este error afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el gobierno”.
Durante el acto al que asistieron miembros de su gabinete, representantes de los poderes Judicial y Legislativo, así como integrantes de organizaciones de la sociedad civil, sostuvo que está comprometido con el nuevo sistema, al que habrá de impulsar con determinación.
Antes de promulgar las leyes, consideró que en México “habrá un antes y un después de este sistema”, y que se trabajará para erradicar “los abusos de quienes no cumplen con la ley, de quienes dañan la reputación de millones de servidores públicos que se desempeñan de forma íntegra y honesta”.
El mandatario agradeció al Congreso de la Unión y a los legisladores federales por la aprobación de estas leyes, además de la contribución que hizo la sociedad civil, con aportaciones que “fueron esenciales para concretar esta gran transformación institucional”.
La democracia fue la vía para con construir consensos como el que hoy celebramos, una reforma histórica, que se alcanza con la participación de todos para crear instituciones fuertes y autónomas, para prevenir y castigar la corrupción, indicó.
“Con él se eliminarán los trámites innecesarios y hará que las contrataciones se realicen con total transparencia”, además de que “el servicio público será mas íntegro y habrá una real y efectiva rendición de cuentas”, añadió Enrique Peña Nieto.
El Ejecutivo federal subrayó que el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción representa un cambio de paradigma, que dota al país de nuevos instrumentos para fortalecer la integridad del servicio público y erradicar la corrupción.
Ahora “tenemos que demostrar su efectividad. Hasta no ver resultados contundentes, la ciudadanía verá en nuestros discursos, solamente eso: discursos”.
El sistema anticorrupción es una importante transformación para el país, que comparó con la creación en su momento del Instituto Federal Electoral, que “fue un paso decisivo para nuestra democracia, y estoy convencido de que este sistema será un paso hacia una nueva era en el servicio público”.
Para lograrlo, expuso el gobernante, se cuenta con una Fiscalía Anticorrupción y salas especializadas en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa; se fortalecen la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría de la Función Pública, cuyo titular ahora deberá ser ratificado por el Senado de la República.
En este tema y en los términos de la Constitución, anunció que durante el próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, enviará el nombramiento del titular de la Secretaría de la Función Pública.