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Fracaso en la cumbre

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Testigo fiel

Por: Jesús Torres

Fracaso en la cumbre

La intención de Andrés Manuel López Obrador de convertirse en la ‘voz cantante’ de los países latinoamericanos y del Caribe para romper con la Organización de Estados Americanos (OEA) y exigir el desbloqueo comercial de Estados Unidos a Cuba resultó un rotundo fracaso durante la cumbre de mandatarios el sábado en la ciudad de México.

La estrategia de López Obrador se vino abajo desde que invitó al dictador cubano, Miguel Díaz-Canel a la conmemoración del 211 Aniversario del inicio de la Independencia de México, al legitimar el uso de las fuerzas armadas de un tirano para reprimir protestas en contra de la oposición, la libertad y los derechos humanos en Cuba.

AMLO pensó que con la exigencia a EU, en respaldo a Díaz-Canel para levantar el embargo económico y demeritar a la vez el papel de la OEA, como una organización ‘lacaya’ del gobierno norteamericano, lograría convertirse en el líder de la izquierda latinoamericana durante la VI cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Pero no fue así.

La desaparición de la OEA no se abordó durante la reunión de la Celac, no era un tema que estaba a discusión, y al pleito de Cuba con EU por el bloqueo nadie le entró. Máxime porque en ese país, como en Nicaragua y Venezuela lo que reina es la tiranía, la opresión a los pueblos.

En el encuentro de los mandatarios latinoamericanos quedó al descubierto que no existe una tal oleada hacia las izquierdas en América Latina a la que López Obrador pretendía encabezar.

Su más cercano aliado, (además de Venezuela y Bolivia), el presidente de Argentina, Alberto Fernández suspendió la asistencia a la Celac después de la crisis que vive ese país tras la derrota de su partido en las elecciones primarias y la pérdida del parlamento.

Así como el mandatario argentino canceló su asistencia a la cumbre, también lo hicieron varios jefes de estado, AMLO no logró el consenso que buscaba, primero para plantear la desaparición de la OEA y después para erigirse como líder de la izquierda en Latinoamérica. Ni lo uno ni lo otro.

Lo que sí hubo fueron reclamos de los presidentes de Paraguay, Mario Abdo Benítez quien abandonó la cumbre, y el de Uruguay, Luis Lacalle Pou este último al señalar que hay países como Cuba, Nicaragua y Venezuela donde no hay democracia plena, no se respeta la separación de poderes, y desde el poder se usa el aparato represor para acallar las protestas, se encarcela a opositores y no se respetan los derechos humanos.

El saco, seguramente le debió quedar a más de los ahí presentes.