Como un ladrón en la noche, así llegó la noticia de la lamentable desaparición del arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, a consecuencia de una “hemorragia interna” que le arrebató la vida la mañana de este 8 de agosto de 2021.
Según reportó en su tuiter, el vocero del arzobispado, José Manuel Suazo Reyes, la noticia de difundió cuando el prelado había dejado de existir a las 8:40 am (tiempo del centro de México). A las condolencias se unió el secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Alfonso Miranda Guardiola, quien lamentó “profundamente esta gran pérdida.Oramos por la comunidad de la Arquidiócesis de Xalapa, y les pedimos nos ayuden a rezar por toda la Iglesia en México en estos momentos de dolor”.
A la consternación del Episcopado Mexicano se unió el Mons. Ramón Castro Castro, tesorero de la CEM. A través de sus redes sociales, el obispo de Cuernavaca llamó como “sorpresiva” la de Mons Hipólito Reyes y “nos recuerda la fragilidad de nuestra vida”, ofreciendo oraciones por su eterno descanso.
“Ha partido a la Casa del Padre mi hermano en Cristo, Mons. Hipólito Reyes Larios, Arzobispo de Xalapa. Elevo mis oraciones por su eterno descanso”, señaló el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera López, en redes sociales.
Hipólito Reyes Larios nació el 13 de agosto de 1946 en Ciudad Mendoza, Veracruz en 1946. El arzobispado de Xalapa se aprestaba a celebrar el 75 cumpleaños del purpurado y anunciaba en su sitio web la acción de gracias. Según se lee en el sitio: “El arzobispo de Xalapa, Mons. Hipólito Reyes Larios, cumplirá 75 años... En primer lugar, damos gracias a Dios y a sus padres por el don de la vida que le concedió. Y especialmente, porque dentro de los proyectos divinos, quiso llamarlo a la vocación sacerdotal para servir en la iglesia católica a miles de personas”.
Reyes Larios fue ordenado el 15 de agosto de 1973. Juan Pablo II lo designó primer obispo de Orizaba en el 2000 siendo consagrado por los desaparecidos Sergio Obeso Rivera y el cardenal Adolfo Antonio Suárez Rivera. En el homenaje por sus 75 años, el arzobispado destacó del prelado: “Desde su joven vida sacerdotal y en el ejercicio de su ministerio presbiteral y ahora episcopal se ha caracterizado por ser una persona cercana, amable, transparente, sencilla y muy directa. Basta escucharle en sus mensajes, su voz firme y clara revelan su autoridad moral y su experiencia de Dios. Es un hombre que cultiva el espíritu y dedica tiempo a la oración y a la escucha de la palabra de Dios para sacar fuerzas para su ministerio y contar siempre con el consejo divino. Su rostro revela serenidad y mucha confianza”.
El 10 de abril de 2007, Benedicto XVI lo designó IV arzobispo de Xalapa sucediendo a Sergio Obeso Rivera. En la edición del Semanario arquidiocesano “Alégrate” de este 8 de agosto, en torno al homenaje de 75 años, el Pbro. José Beristaín de los Santos señaló algunas cualidades del llorado arzobispo: “Pocos se han quejado de no poder acercarse a él. La mayoría de los sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos siempre tienen una solución oportuna y pertinente a sus problemáticas o inquietudes espirituales… Don Hipólito tiene claro que la prioridad de toda la Iglesia, y especialmente la arquidiócesis, es la evangelización. Él no tiene ni alberga en su corazón otra tarea que no sea llevar el Evangelio a los alejados”.
Y como una premonición funesta, en el mismo Semanario se anunciaba, de la siguiente, manera, la renuncia del prelado: “No hay plazo que no se cumpla ni día que no se llegue”. Hoy ha pasado d este mundo al Padre.
Descanse en paz, el arzobispo Hipólito Reyes Larios.