El ex gobernador de Chihuahua, Francisco Barrio Terrazas, murió hoy 30 de diciembre a los 75 años, dejando una trayectoria marcada por su papel en la vida pública de Chihuahua y en el Partido Acción Nacional (PAN).
Elías Lixa, coordinador de diputados del PAN, anunció el fallecimiento del político a quien lo describe como una gran persona, «Testimonio de la incansable lucha por la democracia».
Francisco Barrio Terrazas fue una de las figuras políticas más relevantes de Chihuahua. Empresario, político y funcionario público, su trayectoria estuvo marcada por la alternancia política, la administración pública local y el fortalecimiento del Partido Acción Nacional (PAN) en el norte del país.
Nació el 25 de noviembre de 1950 en Chihuahua, Chihuahua. Se formó académicamente en la Universidad Autónoma de Chihuahua, donde cursó la Licenciatura en Contaduría Pública entre 1967 y 1972, y posteriormente obtuvo una Maestría en Administración de Empresas entre 1975 y 1979, más tarde trasladó a la gestión pública y empresarial.
Antes de ocupar cargos de elección popular, Francisco Barrio desarrolló una intensa actividad en el sector privado y empresarial. Fue director general de Consultores en Planeación del Norte entre 1981 y 1983, y más adelante encabezó Administración Profesional de Negocios de 1987 a 1992. Paralelamente, participó activamente en organismos de representación empresarial, al fungir como presidente del Centro Empresarial y del Centro Patronal de Ciudad Juárez, lo que le permitió construir vínculos con el sector productivo de la región fronteriza.
Su incursión formal en la política se dio dentro del Partido Acción Nacional, al que se afilió el 16 de enero de 1982. Desde el PAN, ocupó distintos cargos partidistas, entre ellos secretario de Acción Política del Comité Estatal en Chihuahua (1987-1988) y consejero nacional en 1998, consolidándose como uno de los referentes del panismo chihuahuense.
En el ámbito de la administración pública, Francisco Barrio fue presidente municipal de Ciudad Juárez de 1983 a 1986, cargo al que llegó por designación. Su paso por el gobierno municipal le permitió proyectarse a nivel estatal y construir una carrera que culminaría con uno de los hitos políticos más importantes de su trayectoria.
En 1992, fue electo gobernador Constitucional del Estado de Chihuahua, cargo que desempeñó hasta 1998. Su gobierno se inscribió en una etapa clave de alternancia política en México, al representar un cambio frente a décadas de hegemonía priista en la entidad. Durante su administración, impulsó una agenda enfocada en la modernización administrativa, la rendición de cuentas y el fortalecimiento institucional, en un contexto nacional de reformas políticas y económicas.
