La violencia y la inseguridad no dan tregua en Sinaloa. Ayer, el terror y el caos se apoderaron de Guamúchil y Mocorito. Por ello, la senadora del Partido Revolucionario Institucional, Paloma Sánchez Ramos, denunció una vez más que el gobierno morenista de Rubén Rocha Moya dejó en el completo abandono a la entidad.
Ante este escenario, hizo un llamado enérgico a la ciudadanía a no guardar silencio frente a la crisis. “Eso es lo que les pedimos, que nos ayuden a comunicar. No normalicemos, sinaloenses, esta situación. Todos los días hay que alzar la voz desde los espacios donde estemos, en un café, con los vecinos, porque tenemos que seguirle exigiendo a las autoridades que hagan su trabajo”.
La senadora priista denunció con firmeza que, mientras los medios de comunicación califican los hechos recientes como un “lunes negro en Sinaloa”, el gobierno estatal continúa negando la realidad. “Tenemos a un gobernador y autoridades del Estado que sólo dicen que aquí no pasa nada. Que alguien nos diga si no está pasando algo en Sinaloa. Lo hemos exigido durante 239 días, hemos pedido auxilio y las cosas siguen pasando”, acusó.
Durante mucho tiempo, dijo, se creyó que la inseguridad estaba concentrada únicamente en Culiacán, pero la realidad ha desmentido esa percepción. “Ya vimos que nadie está ajeno a la situación; ayer lo vivió en carne propia la gente de Guamúchil, y hoy basta ver las calles, donde no hay el flujo habitual por miedo”, afirmó.
Añadió que todos los sinaloenses han sido víctimas de una u otra forma, aunque no haya sido de manera directa. “Todos estamos en riesgo, eso es lo que sentimos, así lo vivimos y así lo sufrimos. Me duele dar estas cifras, pero se tienen que repetir: 1,224 personas asesinadas en el estado de Sinaloa, 1,381 desaparecidas, entre ellas 165 menores de edad. Han sido asesinados 37 niños, adolescentes y jóvenes. Se han robado 4,624 vehículos, el daño económico supera los 30 mil millones de pesos, se han perdido 25 mil empleos y más de mil empresas han cerrado”.
La legisladora también alertó sobre el peligro de acostumbrarse al horror cotidiano. “Hay una desesperación, yo creo que todos la sentimos. ¿Y saben a qué le tira este gobierno? A que normalicemos. Y de verdad, yo no puedo creer que queramos que nuestras nuevas generaciones lo normalicen”.
Desde Guamúchil, fue clara en su exigencia: “Queremos hoy exigirle al Gobierno del Estado que, después de los enfrentamientos en Guamúchil, regrese la paz. Exigimos recuperar la seguridad, recuperar la vida que nos están quitando en Sinaloa y poder salir a trabajar. Urgimos que se enfrente de manera contundente”.
Sánchez Ramos señaló que la violencia no es el único flagelo que golpea al estado. A la crisis de seguridad se suman la sequía, el abandono del campo, el olvido a los pescadores y la falta total de apoyo a la acuacultura. Cuestionó, además, el discurso oficial sobre una supuesta recuperación económica. “Ayer presumía que iba a haber 20 mil empleos. No, no, no vamos a recuperar 20 mil empleos porque ya perdimos 25 mil y nos deben cinco mil más”, remarcó.
En ese mismo tono crítico, la senadora dijo que Sinaloa, siendo un estado sumamente productivo, está siendo abandonado por las autoridades. “Hemos exigido que se declare la emergencia hídrica. ¿Y qué ha pasado? Ya nos dijo Conagua que no hay recursos, y que, si queremos, pues que se lo pidamos”, reprochó.
También reclamó la desaparición de la Financiera Rural. “Necesitamos el regreso de la Financiera Rural. Están las reglas de operación, está todo. Ya les dije: pónganle el nombre que quieran. Tampoco quieren”. Subrayó que no se trata de propuestas improvisadas, sino de exigencias legítimas: “Un estado como Sinaloa nos están dejando en el olvido, de verdad”.