Para exigir medidas que garanticen un servicio social y trabajo digno, médicos y estudiantes de Medicina marcharon pacíficamente este miércoles rumbo al Zócalo capitalino. “Salvamos vidas a cambio de que nos quiten la nuestra”, dijeron.
“Después del asesinato de Eric pedimos al Gobierno federal el respeto a nuestros derechos humanos, ya no como médicos, sino como personas con derecho a la vida”, pidió Claudia Miranda, egresada de la carrera de Medicina por la UNAM.
Los manifestantes portaron pancartas con consignas como “Mi familia espera un egresado, no un cadáver” y “Estudié para salvar vidas, no para que me quiten la mía”, ante las denuncias de inseguridad en las que laboran el gremio médico.
Entre paradas para realizar pases de lista con los nombres de médicas y médicos asesinados, y testimonios de violencia durante su servicio social, avanzaron sobre la avenida Paseo de la Reforma.
Escribieron un pliego petitorio que esperan llegue a manos del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Al grito de “un médico muerto no salva vidas”, la marcha de médicos llegó al Zócalo.
Entre lágrimas, pasaron lista frente a Palacio Nacional para honrar la memoria de los asesinados.
Asesinan a médico pasante
La tarde del pasado 15 de julio, el médico pasante Eric Andrade Ramírez fue asesinado en la comunidad de El Salto, municipio de Pueblo Nuevo, en Durango.
Eric Andrade Ramírez tenía 24 años de edad fue asesinado cuando atendía a dos personas por una presunta intoxicación, por consumo de sustancia psicotrópicas.
El fiscal general del Estado, Daniel Rocha, informó de acuerdo a las primeras investigaciones, el joven doctor fue asesinado cuando atendía a dos personas por una intoxicación y descartó que el móvil del homicidio tenga que ver con una situación personal con el doctor o con el gremio, sino que fue, según han relatado testigos, consecuencia de las agresiones de las dos personas que estaban siendo atendidas.
El fiscal de Durango comentó que a los implicados en el pleito “los llevaban para atenderlos, primero por personal de enfermería y posterior por el propio doctor Eric, quien al momento de hacer las labores de canalización y atención médica, las personas en su estado de intoxicación, empiezan a discutir entre ellas mismas. De manera posterior uno saca un arma de fuego”.(El Universal).