A rienda suelta
Enfrentar al poder
Por Luis Armando Mendoza Leciano.
Ni Andrés Manuel López Obrador ni Claudia Sheinbaum pensaron algún día toparse en su camino con un político opositor como Alejandro Moreno Cárdenas.
Alito, como todos lo conocen, se convirtió durante todo su sexenio en la piedra en el zapato de López Obrador y ahora lo es de Claudia Sheinbaum.
El error de López y Sheinbaum es que no conocen a Alito y cuando no conoces a tu enemigo difícilmente encontrarás cómo enfrentarlo y vencerlo.
Andrés Manuel no tuvo, como no lo tiene ahora Claudia, ni asomo de idea de la calidad del enemigo al que se enfrentan.
No se confundan mis palabras. No estoy diciendo que Alito sea Supermán sino que nunca, que recuerde, en México había habido un político opositor de los tamaños del presidente nacional del PRI.
Alito lo dice con seguridad a cada rato y quienes lo conocemos sabemos que es cierto. Es un tipo audaz que no se arredra ante nada.
Es, como él lo dice, de una voluntad inquebrantable y un hombre de carácter (huevos dicen algunos) que no se raja ni se deja intimidar.
A diferencia del expresidente y la presidenta que no conocen de sus arrestos del dirigente opositor, Alito sí sabe de los riesgos de enfrentar al poder y en eso tiene una ventaja.
«Enfrentar al poder desde la oposición no es fácil», ha dicho Alito. Y sin embargo, lo ha enfrentado.
