Los trabajos de la cuarta exhumación en la fosa común del panteón municipal de la comunidad de Pedro Amaro, en el municipio de Jojutla, Morelos, fueron suspendidos tras el hallazgo de al menos 60 cuerpos, entre ellos por lo menos 10 bebés. Las labores, que comenzaron el 26 de mayo, se interrumpieron debido a fracturas en el muro perimetral del panteón ocasionadas por las lluvias provocadas por el huracán Erick.
Esta es la cuarta ocasión en que colectivos de familiares de personas desaparecidas y autoridades estatales y federales realizan exhumaciones en esta fosa, luego de los hallazgos previos en la comunidad vecina de Tetelcingo entre 2015 y 2017. En ambos sitios, se documentaron inhumaciones irregulares realizadas por la Fiscalía General del Estado de Morelos.
Romana García, madre buscadora, declaró en entrevista con La Jornada: “Están saliendo cosas que no imaginamos, no nos había tocado ver una situación así”. Amalia Alejandra Hernández Hernández, otra familiar, aseguró a medios locales que la clasificación de los restos no ha sido precisa. “Por ahora hay más de 60 cuerpos, con entre 10 y 12 bebés, y entre 10 y 12 mujeres, además de una decena de restos óseos”, dijo.
La Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada detalló en un comunicado que, durante los trabajos de exhumación, se colocaron niveles para iniciar las áreas de criba y se realizaron excavaciones mecánicas hasta alcanzar una profundidad de un metro. El proceso combinó técnicas arqueológicas y excavación manual.
Los restos hallados durante esta cuarta etapa se suman a los exhumados en las jornadas de 2017, 2022 y 2024. Sin embargo, hasta la fecha no existe un registro consolidado del número de cuerpos identificados en esa fosa común.
Durante esta última jornada de búsqueda, familiares denunciaron la falta de presencia de especialistas forenses. Amalia Hernández señaló a la revista Proceso que no se contó con antropólogos físicos ni arqueólogos adscritos a la Fiscalía. Solicitó al Congreso local que exija al fiscal del estado, Edgar Maldonado, que acuda personalmente a las exhumaciones. “Queremos que venga, vea cómo trabajamos, escuche a las víctimas y sepa lo que pasa. No es lo mismo que recibir una tarjeta informativa”, expresó.
Penélope Picazo, titular de la Comisión Ejecutiva de Atención y Reparación a Víctimas del Estado de Morelos, informó que, debido al número de restos localizados, se analiza la posibilidad de una quinta intervención ministerial en el mismo panteón.
La primera exhumación en el panteón de Pedro Amaro ocurrió en 2017. En esa ocasión se exhumaron más de 80 cuerpos, superando ampliamente el número registrado oficialmente. Estas irregularidades han sido señaladas por organizaciones y familiares como evidencia de prácticas sistemáticas de inhumación sin protocolos adecuados por parte de la fiscalía estatal.
El activista y poeta Javier Sicilia ha denunciado públicamente el papel de las instituciones en este contexto. “Las fosas de Tetelcingo y Jojutla, son la muestra, la prueba de cómo el Estado es criminal […] En Tetelcingo y Jojutla se confirma que el Estado también desaparece personas”, declaró.
Las madres buscadoras colocaron fotografías de sus familiares desaparecidos durante la jornada de trabajo en el panteón como parte de sus acciones de memoria y exigencia de justicia. Las labores están en espera de reanudarse una vez que las condiciones de seguridad lo permitan y se garantice el cumplimiento de los protocolos forenses establecidosestablecidos. (Mas).