La antorcha olímpica de los Juegos de Invierno de Pyeongchang 2018 fue encendida el martes en la Antigua Olimpia, en el inicio de la cuenta regresiva para la cita deportiva en la aislada nación de Gobierno comunista.
El camino a los Juegos, que se disputarán del 9 al 25 de febrero, se ha visto ensombrecido por la creciente crisis en la Península de Corea debido a las pruebas de misiles norcoreanas, pero los organizadores señalan que el evento no tendrá problemas de seguridad.
“Nuestro sueño de organizar los Juegos de Invierno se ha hecho realidad”, dijo el jefe de los Juegos, Lee Hee-beom. “Queremos que la comunidad internacional sepa que estamos comprometidos a albergar unos Juegos seguros”.
La tradicional ceremonia, introducida por primera vez antes de los Juegos de Berlín de 1936 y que se desarrolla en el antiguo estadio olímpico, esta vez no se vio acompañada por el sol. El evento contó con la presencia del primer ministro de Corea del Sur, Lee Nak-yeon, y el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach.
“Los Juegos Olímpicos son sagrados y universales”, sostuvo Bach. “Se elevan por encima de todas las diferencias que nos dividen. En este mundo frágil que parece despedazarse, los Juegos tienen el poder de unir a la humanidad y toda su diversidad”.
Las tensiones en la Península de Corea se elevaron en los últimos meses en medio de las amenazas cruzadas entre el líder norcoreano, Kim Jong Un, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por los programas nuclear y de misiles de Pyongyang. (Reuters).