Alexandr Ginzburg, director del Instituto de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, aseguró este domingo que Rusia comenzará en un mes la vacunación masiva de sus ciudadanos contra el COVID-19.
«La vacunación masiva comenzará con algún retraso debido a la que la mayor parte de las vacunas ya producidas se empleará en los estudios. Luego, el resto de destinará a los ciudadanos. El retraso puede ser de dos o tres semanas, quizás un mes», dijo Ginzburg.
Asimismo, detalló que en los próximos diez días iniciarán los estudios posteriores al registro de la vacuna, en los cuales, comentó, serán vacunadas miles de personas.
«Por lo visto, el Departamento de Sanidad de Moscú planea incluir en estas decenas de miles de personas a los médicos que trabajan en la ‘zona roja’ (donde tratan a los pacientes graves con COVID-19). Y esto es completamente acertado», manifestó.
El pasado 11 de agosto, el presidente de dicha nación, Vladimir Putin, dio a conocer que Rusia registró su primera vacuna contra COVID-19, calificándola de protección efectiva contra el mortal patógeno, y reveló que una de sus propias hijas ya la había recibido.
A su vez, el sábado pasado la nación europea comenzó con su producción, informó el Ministerio de Salud.
«La producción de la vacuna contra el nuevo coronavirus COVID-19, desarrollada por el Centro Federal de Investigación de Epidemiología y Microbiología NF Gamaleya, ha comenzado», indicó en un comunicado citado por la agencia rusa de noticias Tass.
La vacuna, que está en desarrollo por el Instituto Gamaleya de Moscú y el Fondo de Inversión Directa de Rusia y que se llama Spútnik V, comenzó recientemente las pruebas de Fase 3.
Dicha vacuna usa al virus adenovirus común, el cual causa el resfriado. Este ha sido modificado para transportar genes para la proteína de ‘pico’ que recubre el coronavirus, como una forma de preparar al cuerpo para reconocer si aparece una verdadera infección por COVID-19.
Ese método es similar a las dosis que están desarrollando CanSino Biologics, de China ,y la Universidad de Oxford y AstraZeneca, de Reino Unido. (El Financiero).