Gerardo Fernández Noroña llegó a la Presidencia del Senado con el aura de político frontal, rudo y combativo. Pero su año al frente de la Mesa Directiva dejó otra estampa: un legislador con pocas aportaciones y muchos escándalos.
Una consulta al Sistema de Información Legislativa (SIL) lo confirma: en su primer año como Senado, sólo presentó tres iniciativas. Y en diez años como legislador federal, apenas acumula 17 iniciativas.
La mayoría fueron desechadas y solo una fue aprobada. En un Congreso donde la política legislativa se mide en capacidad de negociación y construcción, Noroña quedó reprobado.
17 INICIATIVAS EN 10 AÑOS
- Como senador (2024-2025): presentó 3 iniciativas, todas pendientes. Una para emitir monedas conmemorativas, otra para regular intervenciones fuera del orden del día y otra para ordenar votaciones nominales.
- Como diputado (2021-2024): 7 iniciativas. Solo prosperó la que declaró 2022 como “Año de Ricardo Flores Magón”. El resto fueron desechadas, desde prohibir alimentos con edulcorantes hasta eliminar el horario de verano.
- Como diputado (2018-2021): 6 iniciativas, todas rechazadas. Entre ellas, inscribir nombres en letras de oro, reformar sistemas de pensiones o sancionar delitos en hidrocarburos.
- Como diputado (2009-2012): 1 iniciativa, también desechada, para regular créditos hipotecarios.
El balance es pobre. Más allá del tono bronco, su oficio político legislativo ha sido mínimo.
LOS BENEFICIOS DEL CARGO
La improductividad legislativa contrasta con los beneficios del cargo. Como senador, su dieta es de 131 mil pesos, más apoyos para asesores y subvenciones que en conjunto alcanzan cerca de un millón de pesos mensuales para la Presidencia de la Mesa Directiva, según reveló Leticia Robles de la Rosa en Excélsior.
Cuando fue diputado federal, además de su salario que hoy equivale a 79 mil pesos, Gerardo Fernández Noroña recibía apoyos mensuales para atención ciudadana y asistencia legislativa que, en conjunto. Dichos apoyos representan cerca de 75 mil pesos extra en la actualidad. Eso sin contar los apoyos para traslado y viáticos.
ESCÁNDALOS EN EL SENADO
El año de Fernández Noroña en la Presidencia del Senado no se recordará por leyes, sino por polémicas:
- Negacionismo: en abril, aseguró que en México “no existen desapariciones forzadas, presos políticos ni persecución”. Prefirió descalificar a organismos internacionales y advertir que “no se tolerará ninguna falta de respeto de ningún funcionario de la ONU”.
- Disculpas obligadas: en mayo, un abogado que lo increpó en un aeropuerto tuvo que ofrecerle disculpas públicas en un acto oficial del Senado. Más que un cierre del episodio, pareció un uso personal del poder institucional.
- Viaje a Francia: Su viaje en clase business costó 157 mil pesos, regresando él la diferencia, más de 66 mil según Excélsior. Luego se justificó: “Es inhumano viajar 13 horas en turista si se está sirviendo al país”.
- La casa de Tepoztlán: revelada por Jorge García Orozco en EMEEQUIS, reportada con un valor de 12 millones de pesos. El propio Noroña admitió que no tiene obligación de ser austero: “Si antes fui franciscano fue porque era pobre, no por elección”.
- Choque con periodistas: la compra de la casa escaló tras las críticas de Azucena Uresti, quien lo acusó de incongruencia. Él respondió con acusaciones personales y la difusión de una foto de la periodista en redes sociales. Una muestra de abuso de poder contra la crítica.
- Donaciones en YouTube: otra revelación de Jorge García Orozco para EMEEQUIS mostró que ha recibido donaciones en su canal de hasta 97 mil pesos en un solo mes, o incluso 67 mil en un solo día, provenientes de cuentas poco claras.
- Golpes en el Congreso: en una de las últimas sesiones de la Permanente, protagonizó con Alito Moreno una pelea a empujones y puñetazos, cerrando su mandato en el mismo tono bronco con el que empezó.
UN LEGADO LLENO DE CONTRADICCIONES
Fernández Noroña deja la Presidencia del Senado exhibido como un político lleno de contradicciones. Negó realidades incómodas, defendió privilegios, se rodeó de lujos y usó la investidura para amedrentar a periodistas.
Si no es suficiente, deja también un triste legado legislativo: en diez años como diputado y senador apenas pudo presentar 17 iniciativas, de las cuales solo una fue aprobada.
El mismo Noroña que alguna vez presumió ser la voz del pueblo terminó mostrando que su mayor talento no fue legislar, sino protagonizar escándalos. Y ese es quizá el retrato más fiel de lo que realmente deja su paso en el Congreso.
(Emeequis).