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El letargo en el edén

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Testigo fiel

El letargo en el edén

Por: Jesús Torres

Cada vez que abordo el tema de la inseguridad, en el caso de Tabasco, si bien acudo a las estadísticas o  machacar que el actual gobierno, ahora en manos del PRD, se ha visto incapacitado para hacer frente a este problema, siempre se viene a mi mente el estado de adormecimiento  en el que hemos caído la mayoría de los tabasqueños.

Creo que no debemos esperar a que este territorio se convierta en zona de guerra como ocurre en Tamaulipas, Guerrero, Estado de México, Chihuahua, Sinaloa y Michoacán, donde la violencia es el pan de cada día. Estamos a tiempo de evitarlo.

Sí hay que criticar a las autoridades, pero creo que ya no es suficiente. La sociedad debe organizarse y salir de ese letargo en que se encuentra; actuar, movilizarse y exigir, eso sí, acciones contundentes a este gobierno para regresarnos la tranquilidad que nos han robado  y  que pone en riesgo el futuro de nuestros hijos. Si seguimos en estado de “inanición”,  cuando despertemos quizá ya sea demasiado tarde.

Tenemos todo el derecho de demandar  a quienes nos gobiernan que cumplan con su trabajo en materia de seguridad, y si no pueden que renuncien, como bien dijo el empresario, Alejandro Martí en agosto de 2008 ante funcionarios del Consejo Nacional de Seguridad Pública.

Aquella ocasión, Martí, a quien le secuestraron y mataron a su hijo, señaló  que la inseguridad en las calles era producto de muchos años de indolencia y de irresponsabilidad, de dejar hacer y de corrupción que habían alimentado la impunidad. Lo peor del caso es que Tabasco ya se encuentra en esa ruta.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en su más reciente reporte informó que  nueve de cada 10 tabasqueños tienen miedo de salir a la calle, lo cual ya es gravísimo.

Preocupa que a  3 años de un gobierno que prometió un cambio en todos los ámbitos, a la distancia no se vea nada claro. El robo a mano armada incluso ya se da dentro de las plazas comerciales y ciudadanos que acuden a sucursales bancarias a hacer retiros más tarde aparecen baleados por los delincuentes. No hay quien los pare.

El pasado mes de mayo el diario Excélsior publicó un amplio reportaje sobre la inseguridad que se vive en Tabasco y no es para menos, de acuerdo con datos oficiales que aporta,  nuestra entidad ocupa  el primer lugar nacional en asalto con violencia,  tercero en secuestro  y el octavo  en extorsión.

En otras palabras, de acuerdo con el diario, a los tabasqueños no sólo los roban, sino que, además  los secuestran, los lastiman de manera grave y los matan con total impunidad.

Pero Excélsior  va más allá, asegura que analistas y ciudadanos tabasqueños consideran que más del 80% de los policías, de una u otra forma, están coludidos con la delincuencia común y el crimen organizado.

Según datos oficiales, en el primer trimestre de 2015, la inseguridad en la entidad se disparó considerablemente con 448 atracos a casas habitación y 646 a comercios donde el sector restaurantero ha sido el más afectado, y 55 robos de autos.

Por lo que se ve, la tendencia no es a la baja, estamos cada día peor que antes.  ¿Cuánto más vamos a esperar para que las autoridades reaccionen? La instalación de las camaritas en Villahermosa a casi nadie convenció, la opinión pública lo consideró un acto mediático y electorero que en nada vendrá a resolver el problema de la inseguridad.

¿Hasta cuándo vamos a despertar de éste letargo en que nos encontramos?  Urge un cacerolazo. ¿Usted qué opina?