Testigo fiel
Por: Jesús Torres
El desastre que viene
El desastre económico que va a heredar, Andrés Manuel López Obrador a su sucesor será de consecuencias inimaginables y lo que es peor, en detrimento de las finanzas de todos los mexicanos.
Mucho antes que el tabasqueño llegara al poder se había dicho que era un ‘peligro para México’ y a estas altura de su gobierno todo hace indicar que así será.
A inicios de esta semana López Obrador advirtió que para 2025 habrá crisis económica en el país y aunque atribuyó que sería por factores externos, no deja de generar incertidumbre tanto en el sector público como en el privado.
En sus cuatro años y medio de gobierno el inquilino de Palacio Nacional ha destinado la mayor parte de los recursos públicos a sus obras insigne y programas de clientelismo electoral en vez de invertir en salud, educación, generación de empleos, impulso a las pequeñas y medianas empresas y el campo mexicano.
Así que mi estimado lector si usted tiene la capacidad de ahorrar, lo que pueda, de aquí a un año y medio, hágalo, es mejor prevenir que lamentar.
Según López Obrador las elecciones en Estados Unidos tendrán un impacto negativo en México a raíz de la interdependencia económica con el vecino país del norte.
“No descartamos que sí pueda haber una crisis económica financiera externa, que pueda impactarnos, pero de acuerdo a nuestras proyecciones esa crisis económica-financiera podría darse a partir de 2025”.
Se confirma una vez más aquello que si a EU le da un resfriado México sufre de pulmonía.
Muy lejos quedarán esos días en que AMLO prometía a inicios de su administración un crecimiento económico anual del 6 por ciento.
Y lo que es peor, ya no será ni del 5, el 4, el 3 o el 2 por ciento en lo que resta del sexenio.
En el reporte más reciente del INEGI se dio a conocer que la economía en México creció apenas el 1.1 por ciento en el primer trimestre de 2023.
En diciembre del año pasado, el originario de Macuspana culpaba a la pandemia de Covid-19 por el bajo rendimiento de la economía mexicana.
Ahora, después del desastre que herede a su sucesor, culpará, como ya lo advirtió, a las elecciones de EU.
Eso sin contar el fracaso en materia de seguridad pública, que hasta hoy ronda los 153 mil homicidios dolosos, las muertes por una deficiente respuesta a la pandemia y el fallecimiento de niños con cáncer por falta de medicamentos, sólo por citar algunos. El saldo sin la menor duda, será brutal.