Testigo fiel
Por: Jesús Torres
El derrumbe de Morena
La tragedia ocurrida en la Línea 12 del Metro, el lunes por la noche, que ha dejado al menos 25 muertos y 68 heridos, podría ser en paralelo lo mismo que está sucediendo con Morena y sus gobiernos desde que asumieron el control de este país.
El saldo en casi tres años de gobierno ha sido catastrófico para la mayoría de los mexicanos, los fallecimientos se contabilizan por decenas de miles por la ineficiencia en el manejo de la pandemia y en la contención de la delincuencia organizada.
El Covid-19 ha dejado luto en más de 217 mil hogares y el crimen organizado hasta ayer había cobrado la vida a 82 mil 562 personas.
El derrumbe de Morena y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador así como las vigas que colapsaron en la Línea 12 del Metro es un claro reflejo hacia dónde están llevando el país: la destrucción.
Así, lo mismo les da desaparecer instituciones, mandarlas al carajo y privilegiar obras de relumbrón a las que destinan miles de millones de pesos, cuando hay más de 13 millones de nuevos pobres en lo que va del sexenio.
México podría ser ese tren descarrilado, con saldos fatales, porque no se actuó a tiempo, porque quienes tenían la altísima responsabilidad de velar por su buen estado les valió un cacahuate la seguridad de sus ocupantes.
Y cuando lo que se espera es un golpe de timón para aplicar castigos ejemplares contra los responsables de esta tragedia, lo primero que se hace es despotricar contra los medios de comunicación, como es costumbre del inquilino de Palacio Nacional para desviar la atención del problema.
Hoy que son gobierno, ven a una prensa injusta, distante, la más lejana al pueblo y la más cercana a los grupos de poder conservador.
Quizá por esa animadversión en el 2019, México y Siria fueron los países con más muertes de periodistas en el mundo.
El atentado a la libertad de expresión cobró la vida a 10 comunicadores el año pasado y apenas en el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa, en Sonora fue acallado a balazos el periodista, Benjamín Morales.
No puede seguirse permitiendo que los cimientos que sostienen este país sufran más calamidades como las que hasta ahora se han visto. Las consecuencias son fatales.