Para Usted
Decisión en Tabasco; ¿Por Características o por Necesidades?
Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com
Al menos en el papel o técnicamente, la toma de decisiones es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre diferentes opciones o formas posibles para resolver diferentes situaciones en la vida en diferentes contextos: empresarial, laboral, económico, familiar, personal, social, político; siendo este último, el tema que nos compete a la entrega de hoy.
La toma de decisiones consiste, básicamente, en elegir una opción entre las disponibles, a los efectos de resolver un problema actual o potencial.
Vistas las cosas así, la toma de decisiones a nivel individual se caracteriza por el hecho de que una persona haga uso de su razonamiento y pensamiento para elegir una alternativa de solución frente a un problema determinado; es decir, si una persona tiene un problema, deberá ser capaz de resolverlo individualmente tomando decisiones con ese específico motivo.
En la toma de decisiones importa la elección de un camino a seguir, por lo que en un estado anterior deben evaluarse alternativas de acción. Si estas últimas no están presentes, no existirá decisión. Para tomar una decisión, cual sea su naturaleza, es necesario conocer, comprender y analizar un problema, para así poder darle una solución.
En algunos casos, por ser tan simples y cotidianos, este proceso se realiza de forma implícita y se soluciona muy rápidamente, pero existen otros casos en los cuales las consecuencias de una mala o buena elección pueden tener repercusiones en la vida y si es en un contexto laboral en el éxito o fracaso de la organización, para los cuales es necesario realizar un proceso más estructurado que puede dar más seguridad e información para resolver el problema. Luego entonces, entremos en materia.
En este año 2023, se comienza ya a barajear todo lo relacionado con la sucesión político electoral de Tabasco, dada la clase gobernante que, querrá, prolongar su accesibilidad al poder político y económico que representa llevar la batuta en la entidad; de ahí que la interrogante surge de manera natural y espontánea.
¿Quién tomará la decisión para Tabasco en el 2024?, ¿será el presidente Andrés Manuel López Obrador? O corresponderá al secretario de gobernación y poder absoluto tras el trono en la entidad, Adán Augusto López Hernández, tomar la determinación de señalar con su dedo divino, ¿quién será el nuevo inquilino de la Quinta Grijalva?
Por ese motivo, es que, dada las características de quien vaya a tomar tal decisión, tal acción se debe circunscribir estrictamente al poseedor del dedo divino; vaya, por mucho que Andrés Manuel López Obrador, sea el presidente está desconectado de Tabasco (aunque tiene a una persona a la que escucha sin chistar-JASO-).
En contra parte, Adán Augusto López Hernández, es “dueño del gobierno de Tabasco”; tiene el control “urbet et orbi”, de todo lo que suceda o vaya a pasar en la entidad; las pruebas y evidencias están a la vista, son innegables e inocultables; Adán, es el hombre de la “horca y el cuchillo”, en esta franja del sureste mexicano, llamada Tabasco.
Tan es así que, en su momento, no tuvo mayores problemas para dejar como encargado del rancho (del despacho), al capitán Carlos Manuel Merino Campos; lo mismo pasó, cuando integró su gabinete; los nombró y ya o, los impuso y ya; había dos sopas, la de fideos y la de jodeos, y la de fideos, ya se había acabado.
Por este motivo es que, si en este momento se tuviera que tomar la decisión, Adán Augusto, llevaría mano para imponer a su sucesor (ojo, no nombrarlo o designarlo); lo único que tendría que hacer, si acaso, es correrle la cortesía a Andrés Manuel, pero nada más.
Siendo así el candidato de AALH (y si usted quiere el de Morena para el 2024), tendría forzosamente que cumplir con las características del todavía secretario de gobernación (y próximo coordinador de campaña de Claudia Sheinbaum); a como también, de acuerdo a las necesidades de él; aunque pasara a segundo término, las necesidades reales de Tabasco y de los tabasqueños.
Por ello es que las características que en lo inmediato podrían saltar a nuestros ojos, serían, entre otras, que el abanderado Morenista al gobierno de Tabasco en el 2024, no rompa ni con Adán, ni con el mismo Andrés Manuel; mantener los intereses del extitular de la Notaría 27 y, especial y particularmente, que no lo toque ni con el pétalo de una rosa; más aparte, seguir teniendo picaporte para “sugerirle” cosas y, por supuesto, ¡cero rompimientos!
De esta manera, solo quedarían dos nombres; el de la dama, su hermana Rosalinda y el de su amigo y hermano, Carlos Enrique Íñiguez Rosique (Caliche); porque si fuera por Andrés Manuel, la decisión estaría sobre la figura de Javier May Rodríguez, quien es el abanderado visible de los auténticos o Morenistas puros, ya que el otro, Octavio Romero Oropeza, no la busca.
Lo mismo pasa con la senadora Mónica Fernández, quien ni pinta ni da color; lo mismo sucede con los timoratos Manuel Rodríguez González y Mario Rafael Llergo Lathournerie (Rintíntín, para sus amigos); Yolanda Osuna Huerta, es producto de la coyuntura, pero no ha construido nada.
Pero no habría que echar en saco roto, al actual presidente del consejo político morenista César Raúl Ojeda Zubieta; porque el jonuteco, es el único que ha construido y caminado históricamente con las huestes “AndrésManuelistas”; vaya, es el único (CROZ), que se le puede enfrentar a Javier May, en sus propios terrenos, puesto que le gusta caminar, tocar puertas, sudarse, meterse entre el lodo, soportar los mosquitos; aparte de tener discurso contestario.
Por eso es necesario saber construir y no atenerse a las coyunturas; Adán Augusto López Hernández, sí construyó durante varios años sus propios escenarios, caminando y tirando dinero; ¿ejemplo de la coyuntura), José Antonio de la Vega Asmitia (Pepe Toño), que nunca ha construido, solo cachado.
Esperemos pues los tiempos y las circunstancias; aunque surge la interrogante; ¿puede un gobernador, construir a su sucesor? ** hasta mañana Dios mediante.
