La Corte Suprema falló el miércoles que el gobierno del presidente Donald Trump puede aplicar de forma estricta la restricción de ingreso al país para refugiados, pero dejo en pie una medida que establece que los abuelos de ciudadanos de seis países mayormente musulmanes pueden ayudar a sus nietos a conseguir visas para Estados Unidos.
La corte resolvió sobre la apelación del gobierno a un dictamen que el juez federal Derrick Watson emitió la semana pasada, que ordenaba al gobierno a permitir el ingreso de refugiados que presenten solicitudes a través de agencias de reasentamiento en Estados Unidos.
Watson también amplió bastante el número de vínculos familiares que los refugiados y visitantes pueden usar para solicitar ingreso al país.
La Corte Suprema bloqueó temporalmente la orden de Watson en cuanto a los refugiados, pero no la lista ampliada de familiares. Los jueces dijeron que la corte federal de apelaciones en San Francisco ahora debe considerar la apelación. No está claro que tan rápido ocurrirá.
En tanto, hasta 24 mil refugiados que ya han sido asignados a una organización caritativa o religiosa en Estados Unidos no podrán usar esa conexión para ingresar al país.
«Este dictamen pone en peligro la seguridad de miles de personas en todo el mundo, incluyendo familias vulnerables que huyen de guerras y violencia», dijo Naureen Shah, directora adjunta de campañas de Amnistía Internacional USA.
Esa parte del fallo de la corte fue una victoria para Trump, quien anunció su primera restricción de ingreso al país para viajeros y refugiados solo una semana después de asumir la presidencia, provocando una pelea legal que no ha parado desde entonces.
Pero la Corte Suprema también rechazó el pedido del gobierno de aclarar su dictamen del mes pasado, que permitió que el gobierno restableciera parcialmente una restricción de ingreso al país por 90 días para personas procedentes de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, así como una restricción de 120 días para refugiados de cualquier parte del mundo.
El dictamen de la corte exentó a un gran número de refugiados y viajeros con una «relación bona fide» con una persona o una entidad en Estados Unidos.
Los jueces no definieron esas relaciones pero dijeron que estas podrían ser familiares cercanos, una oferta de trabajo o una admisión universitaria. (Frontera).