La primera elección judicial en la historia de México estuvo marcada no solo por una baja participación ciudadana, sino también por un elevado número de votos anulados y recuadros en blanco. Según datos del Instituto Nacional Electoral (INE), más de 21 millones de sufragios emitidos para elegir a ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no fueron contabilizados a favor de ningún candidato.
Hasta el corte del lunes 3 de junio por la noche, con el 84% de las actas computadas, el INE había contabilizado 10 millones 271 mil votos nulos y otros 11 millones 297 mil recuadros que quedaron sin utilizar. Esto equivale al 21% de los 94 millones 794 mil votos emitidos para la renovación de nueve cargos en la SCJN, entre ellos cinco ministras y cuatro ministros.
La ciudadanía debía escribir el número asignado a cada candidatura en recuadros blancos impresos en la parte superior de la boleta electoral. Sin embargo, en muchos casos estos espacios fueron dejados en blanco o utilizados para expresar inconformidades.
En redes sociales circularon imágenes de boletas con frases como “No los conozco”, “Esto es dictadura” o “Fraude”, las cuales invalidaron el voto por no cumplir con los lineamientos establecidos. El INE había determinado que cualquier mensaje escrito sin número asignado sería considerado como un recuadro no utilizado.
La falta de información sobre los perfiles de las candidaturas fue una de las principales críticas de la jornada. Los ciudadanos debían elegir entre 33 mujeres y 31 hombres aspirantes a la SCJN, pero muchos desconocían sus trayectorias. A diferencia de las elecciones tradicionales, estas boletas no contaban con emblemas partidistas ni rostros de los candidatos, lo que dificultó la identificación.
El abstencionismo también fue un factor determinante. Según estimaciones preliminares, más del 87% de la lista nominal se abstuvo de participar en la jornada electoral, realizada el 1 de junio. Esta baja participación, combinada con el porcentaje de votos anulados y recuadros vacíos, refleja un nivel considerable de desconfianza o desinformación entre el electorado.
A pesar de este contexto, algunas candidaturas obtuvieron un número significativo de votos gracias a la difusión de “acordeones” impresos y digitales que circularon en las semanas previas a la elección. Estos listados recomendaban votar por ciertos aspirantes y fueron promovidos en redes sociales, centros comunitarios y hasta en algunos espacios públicos.
Entre los candidatos con mayor respaldo ciudadano figura Hugo Aguilar Ortiz, abogado de origen indígena, quien se perfila como el primer ministro presidente de la SCJN electo por voto popular, al obtener más de 4 millones 932 mil sufragios. También destacan Giovanni Azael Figueroa, Irving Espinosa Betanzo, Aristides Guerrero, Lenia Batres Guadarrama, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf, María Estela Ríos González y Sara Irene Herrerías.
El INE ha señalado que continúa el conteo de votos y que en los próximos días se darán a conocer los resultados finales de esta elección judicial, que también incluye cargos en el Tribunal de Disciplina Judicial Federal, magistraturas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y jueces federales.Mientras tanto, especialistas han comenzado a cuestionar la eficacia del modelo implementado, subrayando la necesidad de mayor difusión, pedagogía cívica y reglas claras para que procesos de este tipo logren una participación informada y representativa. (Mas).