La ‘Novia del Mar’ aguarda pacientemente el regreso de un amor que nunca volvió. Con la vista clavada en el Golfo de México, la estatua de esta joven mujer resguarda una historia que cautiva con las puestas de sol reflejando su mirada nostálgica en el malecón de Campeche.
De las 13 Ciudades Patrimonio de México, la capital de Campeche se distingue por ser la única ciudad amurallada. Su sistema de defensas de forma hexagonal, representado por sus fuertes y baluartes atraen a los visitantes que arriban dispuestos a descubrir un destino entrañable en el sureste de México.
Cada día el desfile de los charranes mínimo, un ave playera que se alimenta al atardecer a la orilla del mar, adornan con su vuelo los más de 5 kilómetros del malecón. Ahí los turistas llegan a una cita infaltable para ver cómo el océano se come al sol y da paso a las cálidas noches que cubren con su manto esta ciudad.
Cuando finalmente los viajeros se cansen de admirar uno de los malecones más encantadores de México, basta cruzar la calle para llegar al encuentro de coloridos rincones arquitectónicos que caracterizan la Calle 59.
Este camino peatonal abarca desde la Puerta del Mar hasta la Puerta de la Tierra. Dos de los cuatro accesos a la ciudad de amurallada, la cual a cada vuelta de esquina sorprende a los visitantes con el encanto de sus pequeñas casas pintadas en colores pastel y su preciosa catedral de dos torres.
Al visitar Campeche, casi de forma obligada, se debe recorrer el Fuerte de San Miguel. La fortificación fue construida entre los siglos XVII y XVIII para la defensa de la ciudad contra un posible ataque de los piratas.
Así, esta ciudad amurallada de belleza colonial, al igual que la ‘Novia del Mar’, espera impávida la llegada de lo turistas que se fueron prometiendo volver. (Forbes).
