Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Calentamiento global, la otra amenaza
A inicios de esta semana un informe de la ONU sobre el calentamiento global prendió la alerta en el mundo sobre el devenir para cualquier tipo de vida en el planeta y los efectos inmediatos que ya se dejan sentir en nuestro hábitat natural.
La única opción para que la humanidad no llegue a su exterminio es poner fin al uso de carbón y los combustibles fósiles pues las mortales olas de calor, los poderosos huracanes y otros fenómenos meteorológicos extremos que ya se están produciendo probablemente sean más severos.
Por eso la “alerta roja para la humanidad” que emitió el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, antes de que las emisiones de CO2 por la quema de petróleo y gas destruyan todo tipo de vida.
El informe de la ONU está fundamentado en más de 14 mil estudios de 234 científicos de 66 países del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) el cual describe un panorama más completo y detallado de cómo a la fecha el calentamiento global está alterando el mundo natural y lo que podría ocurrir.
Las consecuencias no dejarían de ser catastróficas para el planeta, como el aumento en el nivel del mar, que no pararía en cientos de miles de años, y aunque las emisiones de dióxido de carbono se redujeran tendrían que pasar 30 años para que la temperatura global se estabilice.
Y es que las previsiones para las dos décadas siguientes la temperatura subirá otros 1.5 grados centígrados lo que hará que las lluvias de verano sean menores en el sur de México, Centroamérica y el Caribe y que haya más y peores ciclones tropicales en el Pacífico Mexicano y el Golfo de México.
Pero las sirenas de alarmas se vuelven más ensordecedoras cuando la coautora del IPCC, Tamsin Edwards, científica del clima del King’s College de Londres advierte que si las emisiones no se reducen drásticamente y se mantiene la trayectoria actual, la tierra podría sufrir un calentamiento de 2.0ºC en 2060 y de 2.7ºC a finales de siglo, lo que casi casi la volvería inhabitable.
Si con apenas 1.1 grados el cambio climático está actualmente causando deshielo de glaciares, devastadoras inundaciones en Alemania, incendios en Grecia y California y una ola de calor en Canadá como nunca se había visto en la historia, lo que está por venir sería de consecuencias fatales si no se toman cartas en el asunto para empezar a oxigenar nuestro planeta.
Todavía estamos a tiempo.
