El precio del petróleo cayó este lunes a su nivel más bajo en los últimos cuatro años, impulsado por el creciente temor a una recesión económica global y por la intensificación de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
La cotización del barril Brent, referencia en Europa, descendió 1.5% para situarse en 64.7 dólares, mientras que el barril West Texas Intermediate (WTI), utilizado como referencia en Estados Unidos, bajó 1.2% hasta alcanzar los 61.2 dólares.
Ambas referencias petroleras comenzaron la jornada con retrocesos cercanos al 4%, aunque estos se moderaron tras la apertura del mercado neoyorquino. Esta caída prolonga la racha negativa en los mercados financieros, que acumulan tres días consecutivos de pérdidas en medio de una creciente incertidumbre sobre el rumbo económico global.
La reciente escalada en la política comercial del presidente estadounidense Donald Trump ha sido identificada como uno de los factores clave detrás de la caída. La imposición de nuevos aranceles, anunciada la semana pasada y con aplicación prevista para este miércoles, ha aumentado las probabilidades de una recesión en Estados Unidos, según coinciden economistas e inversionistas. La ausencia de señales por parte del mandatario sobre una posible moderación en la política arancelaria ha intensificado la volatilidad en los mercados.

China respondió con una medida similar, imponiendo un arancel del 34% a productos estadounidenses, lo que ha elevado el nivel del conflicto comercial entre las dos principales economías del mundo. Esta respuesta ha acentuado los temores de una contracción económica global, un escenario que impacta directamente en la demanda de petróleo y otras materias primas.
En este contexto, instituciones financieras como Goldman Sachs y Citi han revisado a la baja sus proyecciones sobre el precio del crudo.
Goldman Sachs redujo por segunda vez en menos de una semana su previsión para el Brent a 62 dólares por barril para diciembre, y a 58 dólares para el WTI. Para 2026, la estimación es de 58 dólares para el Brent y 55 dólares para el WTI. A su vez, aumentó la probabilidad de una recesión en Estados Unidos del 35% al 45%.
Por su parte, Citi ajustó su pronóstico del Brent a 60 dólares por barril y considera que este nivel podría alcanzarse en el plazo de una semana o, como máximo, en los próximos tres meses. El banco también recomienda evitar inversiones en materias primas como el petróleo y los metales básicos, al menos hasta que se produzca un cambio significativo en las políticas económicas o monetarias.
La OPEP+, liderada por Arabia Saudita y con participación de Rusia, también ha influido en la tendencia a la baja del petróleo. El jueves pasado, el grupo decidió aumentar su producción de crudo a partir de mayo, en una cantidad mayor a la prevista originalmente. Se espera que a partir de ese mes bombeen 411 mil barriles diarios adicionales, lo que triplica la cifra estimada previamente.
Además, Arabia Saudita aplicó la mayor rebaja en dos años al precio del petróleo que exporta a Asia. Esta estrategia busca recuperar cuota de mercado en medio de la caída de precios, coincidiendo con presiones previas de Donald Trump en enero para aumentar la oferta y así facilitar una política monetaria más expansiva por parte de la Reserva Federal.
Desde Citi se ha planteado la posibilidad de que exista algún tipo de coordinación entre el gobierno estadounidense y la OPEP+ para ajustar la producción con el objetivo de mantener los precios del crudo en niveles que beneficien a ambas partes.
“La decisión adoptada la semana pasada por la OPEP+ de aumentar la producción en mayo sugiere que el punto de equilibrio del grupo podría ser inferior a la media de 68 dólares el barril de Brent de los últimos nueve años, tal vez como parte de algún acuerdo con la Administración estadounidense”, señalaron analistas del banco.
En este contexto de incertidumbre, el precio de la gasolina ha registrado también una baja, con los futuros marcando un descenso del 3% en Nueva York, alcanzando el nivel más bajo desde febrero. El mercado anticipa recortes adicionales en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, aunque la posibilidad de un repunte inflacionario debido a los aranceles podría dificultar este escenario. La coincidencia entre la guerra comercial iniciada por Trump y la decisión de la OPEP+ de aumentar su producción ha reforzado la percepción de que el mercado petrolero podría estar operando con un nuevo equilibrio, en el que el precio de 60 dólares por barril se consolide como un referente clave para las estrategias de productores y autoridades económicas. (Mas/IA).