Mientras que el sector Salud del es/tado de Tabasco sufre la carencia de medicamentos básicos, los -funcionarios públicos del gobierno de Arturo Núñez Jiménez se dan vida de reyes cuando salen de viajes oficiales a la Ciudad de México, con cargo a los viáticos pagados con dinero de los contribuyentes.
Poco importa que durante esta administración estatal, encabezada por primera vez por el PRD, se haga llamados a la austeridad por la crisis económica que atraviesa Tabasco; para los funcionarios del gabinete nuñista esta medida no aplica, ya que gastan el dinero a manos llenas con cargo al erario.
Es el caso de la Coordinadora General de Comunicación Social y Relaciones Públicas del Gobierno de Tabasco, Dolores Gutiérrez Zurita, quien el miércoles pasado se le vio comiendo en el restaurant J&G del exclusivo Hotel St. Regis de la Ciudad de México.
El J&G Grill es un restaurante de clase mundial y está considerado dentro de los 10 establecimientos gastronómicos más exclusivos de la capital del país.
Si bien es cierto, la vocera de Arturo Núñez tiene todo el derecho del mundo a ser o querer ser una gente fina que bebe vinos caros, pero a lo que no tiene derecho es a viajar todo pagado con dinero que es del pueblo.
Mientras que a los medios de comunicación los castiga con raquíticos convenios de publicidad gubernamental, la ex periodista Dolores Gutiérrez, que se la pasaba criticando a los gobiernos priistas, como el de Roberto Madrazo, ahora vive como toda una marquesa, bebiendo vinos europeos y sintiéndose de alcurnia.
La vocera del gobierno de Tabasco estuvo acompañada por dos personas y durante su estancia en el restaurante J&G Grill, pidió dos botellas de vino, uno italiano y el otro español, por lo que su cuenta llegó a la suma de 12 mil 261.20 pesos, pero donde no fue tan espléndida fue con la propina ya que sólo dejó el 10 por ciento reglamentario por un importe de un mil 226 pesos.
La comida de Gutiérrez Zurita consistió en una entrada de Sashimi de Salmón con arroz crujiente y mayonesa de chipotle por 250 pesos; como plato fuerte un Rib Eye con valor de 615 pesos, más una guarnición de puré de papa que cuesta 120 pesos.
La persona que está enfrente de ella en la foto, pidió como platillo de entrada Listones de Atún marinado picante de jengibre y rábanos por 250 pesos; como plato fuerte un Filete Mignon al Grill con berenjena, aceite de hierbas mostaza-miso por 415 pesos, más la guarnición de frijoles negros, aguacate y cilantro por 120 pesos.
La tercera persona pidió de entrada Sashimi de Salmón con arroz crujiente y mayonesa de chipotle por 200 pesos; como plato fuerte Milanesa de Ternera con jitomate de temporada y arugula por 280 pesos, más una guarnición de papas a la francesa, ajo y hierbas por 120 pesos.
Al bar se pidieron dos botellas de vino tinto, el primero de origen italiano de la región de la Toscana & Umbria, de la marca Antinori ‘Tignanello’, AOC Chianti classico, del año 2008 con valor de 4 mil 170 pesos.
La segunda botella fue un vino tinto español de la comarca de Priorato de la casa Álvaro Palacios ‘Finca Dofi’ 2008 con valor de 4 mil 180 pesos.
Estas dos marcas forman parte de una de las mejores colecciones de vinos de la Ciudad de México, y los alimentos del restaurante J&G Grill son creaciones exclusivas del Chef Ejecutivo Olivier Desboise Méndez, por lo que no cualquier trabajador puede darse esos lujosos gustos. (24 Horas Mx)