Por esperado no dejó de ser sorprendente. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se autoproclamó la noche del domingo vencedor de las elecciones con más del 85 % de los votos, una rotunda victoria a falta de los datos oficiales que debía haber sido un momento de celebración, pero el mandatario lo convirtió en un discurso contra aquellos que, según él, lo critican, apuntando hacia los periodistas.