Finalmente se vinculó a proceso a Hernán Bermúdez Requena, exsecretario de Seguridad de Tabasco y presunto líder de La Barredora, quien fue capturado en Paraguay el pasado 12 de septiembre y trasladado primero a Colombia y luego a México. Hoy se encuentra en El Altiplano en el Cefereso 1 del Estado de México.
El exfuncionario estuvo siete meses prófugo, siendo un tema incómodo para la política mexicana debido a sus conexiones con Adán Augusto López, hoy coordinador de Morena en el Senado y uno de los hombres de confianza del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En una conferencia de prensa este martes, Luisa María Alcalde, presidenta de Morena, afirmó que Bermúdez aún sigue siendo parte del partido: “Hubo una suspensión, porque, ante el inicio de una investigación que hoy está en curso ya, girada orden de aprehensión, incluso detenido, lo que se hace en el caso de nuestro movimiento es inmediato, se procede a la suspensión de derechos en nuestro partido”.
“Y obviamente tiene que llevarse a cabo todo el procedimiento, desahogarse y una vez que haya una sentencia, entonces se hace definitiva esa suspensión de derechos; no podríamos nosotros adelantarnos, pero así es el procedimiento ordinario: cualquier persona que cuente con una orden de aprehensión, detenido, una investigación, hay una suspensión de derechos y debe el partido esperar la resolución penal”.
Desde el 17 de julio pasado, mientras Bermúdez Requena estaba prófugo en Sudamérica, Luisa Alcalde dijo que estaba en proceso su expulsión de Morena.
“La comisión acaba de determinar iniciar un procedimiento de oficio, ya suspendió sus derechos con miras a la expulsión (…) no somos tapadera de nadie”, expresó durante una entrevista con Heraldo Radio.
Antes de su detención, Bermúdez se presentaba como un operador de confianza en materia de seguridad estatal, con una trayectoria que incluía roles en la Policía Estatal y vínculos con el morenismo tabasqueño.
Sin embargo, desde 2022, su nombre emergió en filtraciones de documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), hackeados por el grupo Guacamaya, que lo señalaban como presunto líder de “La Barredora”, una célula criminal presuntamente al servicio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Estos archivos lo ligaban a actividades ilícitas como narcotráfico, extorsión, tráfico de personas y robo de combustible (huachicoleo), incluso antes de asumir su puesto oficial, lo que generó una investigación federal y estatal paralela.
A lo largo de 2024 y principios de 2025, Bermúdez Requena se convirtió en un fugitivo. Autoridades mexicanas lo ubicaron en varias ocasiones en territorio nacional antes de que intentara huir, pero no lograron su detención inmediata debido a su movilidad y presuntos nexos protectores. En abril de 2025, tramitó un amparo contra la orden de aprehensión, alegando irregularidades en la investigación, pero este fue retirado en julio del mismo año, devolviendo el caso al fuero común de Tabasco.
Durante este período, la Fiscalía General de la República (FGR) y la Fiscalía de Tabasco acumularon pruebas sobre su presunta participación en secuestros exprés, extorsiones a casinos y distribución de drogas en municipios como Villahermosa y Centro, sin que Bermúdez hiciera declaraciones públicas ni se rindiera voluntariamente. Su situación generó tensiones políticas, con negaciones de vínculos directos por parte de figuras como Adán Augusto López, aunque el caso subrayaba las infiltraciones del crimen organizado en aparatos de seguridad estatales.
El 12 de septiembre de 2025 (primeras horas del 13 de septiembre en Paraguay), Bermúdez fue detenido en Asunción, tras ingresar irregularmente desde Brasil por el puente de Foz de Iguazú-Ciudad del Este. Aunque inicialmente rechazó la extradición simplificada y buscó litigar su estatus migratorio, el gobierno paraguayo lo expulsó cinco días después, en un operativo de colaboración internacional impulsado por el llamado de la presidenta Claudia Sheinbaum para agilizar su entrega. Tras un traslado con escalas en Colombia y Chiapas, llegó a México el 18 de septiembre y fue recluido en el penal de máxima seguridad “El Altiplano”, en el Estado de México.
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