La noche del jueves, el ulular de las sirenas de las patrullas de la Guardia Nacional retumbaron por todo el municipio de Huimanguillo, Tabasco.
Se dio aviso que una casa era atacada a metralletazos por delincuentes, quienes amparados en las penumbras de la noche, llegaron hasta la vivienda del periodista Laurencio Palma con la intención de asesinarlo o advertirle de algo.
Según relataron vecinos del lugar, se comenzaron a escuchar detonaciones de armas de fuego y seguidamente el estallamiento de vidrios y objetos dentro del domicilio.
Después todo quedó en calma y más tarde empezaron a llegar diferentes cuerpos policiacos que inspeccionaron la vivienda que quedó con varios impactos de bala de alto calibre.
Un vehículo blanco que se encontraba estacionado dentro del estacionamiento, quedó con varios impactos de bala y cristales estallados.
Hasta el momento ninguna autoridad ha dicho nada sobre los hechos, mientras que según versiones extraoficiales, el periodista y su familia habrían salido ilesos.
NO SE MATA LA VERDAD ASESINANDO A PERIODISTAS
México se ha convertido en el país más peligroso para ejercer el noble oficio del periodismo, seguido se dan los crímenes en contra de los trabajadores de la palabra.
En el peor de los casos, tampoco se investiga nada y los asesinatos quedan sin resolver y en total impunidad.
En Tabasco y principalmente por parte de algunos elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, hay una persecución y obstáculos para que los periodistas críticos y de investigación, no puedan hacer su trabajo; seguido son molestados y acosados por las patrullas al servicio del gobierno morenista.
LA CHONTALPA, CORREDOR DORADO DE LA DROGA, HUACHICOL, LEVANTONES Y EJECUCIONES
Esta región de lo que fuera el Edén, se ha convertido en el corredor dorado de todo tipo de ilícitos hasta para el trasiego de ilegales y estupefacientes.
En el peor de los casos, aquí han encontrado la muerte hasta los mismos servidores públicos del neófito gobierno morenista; tal es el caso del artero crimen del licenciado Carlos Garrido Gular, quien fungía como director del Tecnológico La Venta, quien fue cobardemente acribillado y que, a más de 2 años de su muerte, la Fiscalía estatal sólo buscó chivos expiatorios. (Sin Fronteras).