Testigo fiel
Por: Jesús Torres
Asomo de autoritarismo contra ‘Alito’
A finales de mayo pasado escribí en este espacio sobre cómo Alejandro Moreno, presidente del PRI, se ha convertido en el líder opositor a vencer por el oficialismo y en una entrega posterior señalaba que la consigna desde Palacio Nacional es destruir políticamente al campechano.
Las razones son de sobra conocidas por todos desde que Moreno Cárdenas se opuso a la aprobación de la Reforma Eléctrica de López Obrador en San Lázaro y anunció después que tampoco pasaría la propuesta para hacer modificaciones a la ley electoral.
Pero además, ‘Alito’ como es conocido, con los aliados del bloque opositor, PAN y PRD mediante la alianza ‘Va por México’ pactaron una moratoria constitucional para no avalar ninguna reforma constitucional relevante hasta que concluya la Legislatura, en 2024, es decir lo que resta del sexenio de AMLO.
A raíz de esas posiciones que ha mantenido el jerarca priista, los embates en su contra, con la venia del inquilino de Palacio Nacional, se han intensificado un día sí y el otro también.
Aunque en respuesta, Moreno Cárdenas ha reiterado en múltiples foros y actos políticos de su partido, que ni el gobierno ni Morena lo van a doblar.
A inicios de esta semana, el dirigente nacional del PRI vivió un nuevo episodio de esa embestida oficial que busca ablandarlo, mediante el uso excesivo de la fuerza en su domicilio de Campeche.
Una eventualidad que ni en los peores gobiernos se había cometido contra un líder opositor y que rayan en el autoritarismo de la llamada Cuarta Transformación y su máximo exponente.
Hasta el mismo originario de Macuspana reconoció que se había pasado la mano contra el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI por la forma en que entraron a su casa.
Incluso comparó ese tipo de cateos con los ocurridos a Evo Morales en Bolivia y Sadam Husein en Irak.
A raíz de estos hechos, Moreno Cárdenas acudirá a instancias internacionales como la OEA, la ONU y la Unión Europea para que López Obrador y Morena rindan cuentas debido a que las agresiones en su contra sobrepasan ya “todo límite legal y constitucional”.
Lo grave del asunto, es que los ataques no sólo se han enfocado al líder del tricolor dañando su honra y su vida personal y familiar, sino que desde el poder también se pretende silenciar cualquier voz que comulgue con la democracia y los derechos.
Y en ese sentido, hay mucha razón en lo dicho por el priista, pues López Obrador ha hilado más adversarios que aliados en lo que va de su gobierno, como el enfrentamiento con la jerarquía católica por las críticas a su fallida estrategia de seguridad que suma más de 200 mil homicidios.
¿Seguirá el tabasqueño abonando al clima de crispación que se vive en el país?