Fiel a su estilo, capaz de agitar las tranquilas aguas de un sábado por la mañana en Estados Unidos con un simple mensaje en una red social, Donald Trump amaneció diciendo, sin aportar pruebas, que será arrestado el martes, por lo que convoca a sus seguidores a protestar para “recuperar” la “nación”.
El expresidente lo ha hecho en un airado post en su plataforma, Truth Social, escrito todo en mayúsculas, lo que, según dicta la etiqueta de internet, equivale a gritar. En él, critica a la “oficina del fiscal de distrito corrupta y altamente politizada de Manhattan”.
Trump escribió ese mensaje dos días después de que trascendiera en los medios que el fiscal demócrata Alvin Bragg estudia imputarlo tan pronto como a principios de la semana que viene por un pago de dinero secreto a la estrella de cine porno Stormy Daniels, para comprar su silencio y enterrar un presunto affaire antes de las elecciones de 2016 que lo llevaron a la Casa Blanca.
El post dice a sus casi cinco millones de seguidores: “Las filtraciones ilegales de una oficina del fiscal de distrito de Manhattan corrupta y altamente politizada, que ha permitido que se batan nuevas marcas en delitos violentos y cuyo líder está financiado por [el millonario] George Soros, indican que, sin que ningún delito se pueda probar, y basándose en un cuento de hadas viejo y totalmente desacreditado (¡por numerosos otros fiscales!), el candidato republicano mejor posicionado de lejos [a las elecciones presidenciales de 2024] y expresidente de Estados Unidos será arrestado el martes de la próxima semana. ¡Protesta, recupera nuestra nación!”.
Dos horas después de publicar su andanada, un portavoz emitió un comunicado que decía que Trump no lo había escrito con más información que la disponible para el resto de la opinión pública, y que al hacerlo carecía de detalles sobre el momento del supuesto arresto o incluso si se va a producir.
“No ha habido ninguna notificación, aparte de las filtraciones ilegales del Departamento de Justicia y la oficina del fiscal del distrito, a la NBC y otros proveedores de noticias falsas, de que el fiscal de la Izquierda Demócrata Radical [sic] financiado por George Soros en Manhattan ha decidido llevar su caza de brujas al siguiente nivel.
El presidente Trump está defendiendo con razón su inocencia y subrayando cómo nuestro sistema de injusticia se está instrumentalizando contra él“.
De producirse, no sería su primer arresto; ya se enfrentó a cargos penales en los años setenta. El comunicado agrega que Trump estará en Texas el próximo fin de semana para un “gran mitin”. Será en la localidad de Waco.
La fiscalía de Nueva York no ha reaccionado a la publicación de Truth Social.
La retórica del mensaje es inequívocamente trumpiana, con los rodeos en forma de frases subordinadas, los anacolutos, el uso de las mayúsculas, el recurso a Soros, uno de sus fantasmas favoritos, o la tercera persona para referirse a sí mismo.
Y es inevitable escuchar tras la exhortación a la protesta lanzada a sus seguidores los ecos de sus llamamientos previos a la insurrección del 6 de enero de 2021 que derivó en un asalto al Capitolio. El más famoso de aquellos mensajes decía: “Estad allí. Será salvaje”.
El diario The New York Times citó la semana pasada cuatro fuentes anónimas con conocimiento del caso Stormy Daniels para contar que al expresidente se le había dado la oportunidad de comparecer ante un gran jurado de Manhattan.
Tanto la portavocía del fiscal de distrito como los abogados que representan a Trump declinaron hacer comentarios al respecto. Ese gesto de brindarle la opción de testificar es una de las señales que, teniendo en cuenta las costumbres del sistema judicial estadounidense, invitan a pensar en una pronta imputación.
Esta semana, los medios han informado de la celebración de reuniones entre las diferentes agencias locales, estatales y federales para tratar la mejor manera de prepararse ante un arresto de Trump.
Entre los convocados a esas reuniones estaban la policía de Nueva York, miembros del tribunal de la ciudad, el servicio secreto de Estados Unidos, el FBI y la Oficina del Fiscal de Distrito.
Daniels sostiene que mantuvo una relación sexual con Trump y que recibió 130.000 dólares en los últimos días de la campaña de las presidenciales de 2016 a cambio de su silencio. Este siempre ha negado que tal relación existiese.
Su exabogado Michael Cohen se declaró culpable en 2018 de un delito federal por haber realizado ese pago.
Además de por este caso, Trump tiene investigaciones pendientes con la justicia por los documentos clasificados encontrados en su residencia privada de Mar-a-Lago, a cargo de un fiscal especial, por su posible implicación en el 6 de enero y por su intento de pucherazo en Georgia (presionó a su secretario de Estado, el republicano Brad Raffensperger, para que “encontrara” suficientes votos para revertir la victoria de Biden en 2020).
Además, están las dos pesquisas de carácter económico por sus prácticas comerciales y las de sus empresas, en particular, por las acusaciones de que tergiversó el valor de sus activos ante los prestamistas y Hacienda para garantizarse condiciones preferentes y exenciones fiscales.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, saltó este sábado a la arena de Twitter para acusar a Bragg de “un escandaloso abuso de poder” y de “perseguir una venganza política”.
“Pediré a los comités pertinentes que investiguen de inmediato si se están utilizando fondos federales para subvertir nuestra democracia al interferir en las elecciones con enjuiciamientos por motivos políticos”, prometió.
Trump, metido de lleno en su tercera campaña hacia la Casa Blanca, por la que asoman serios competidores, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se había preparado este sábado el terreno antes con otro mensaje, publicado dos horas antes, también en Truth Social y también en mayúsculas, que decía: “Nuestra nación es ahora tercermundista y agoniza.
¡El sueño americano está muerto! Los anarquistas de izquierda radical nos han robado nuestras elecciones presidenciales, y con ellas, el corazón de nuestro país.
Los patriotas estadounidenses están siendo arrestados y mantenidos en cautiverio como animales, mientras que a los criminales y matones de izquierda se les permite vagar por las calles, matar y quemar sin consecuencias.
Millones [de inmigrantes] están inundando [Estados Unidos] a través de nuestras fronteras abiertas, muchos llegados desde prisiones e instituciones mentales. El crimen y la inflación están destruyendo nuestra forma de vida…”. (Forbes).