Leydy Pech, una apicultura indígena maya, recibió el Premio Ambiental Goldman de 2020, mejor conocido como el «Nobel» del medio ambiente.
La mujer de 55 años fue reconocida por encabezar la coalición Sin Trangénicos, que presentó una demanda contra el Gobierno de México para detener la siembra de soya genéticamente modificada en Campeche.
Hace 20 años, la compañía Monsanto comenzó a cultivar pequeñas parcelas de esta planta en el País.
La soya genéticamente modificada es tolerante a altas dosis de Roundup, un herbicida cuyo ingrediente principal es el glifosato, una sustancia que fue clasificada en el 2015 como probable carcinógeno en humanos por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés).
En el 2012, el Gobierno otorgó permisos a Monsanto para sembrar esta soya en Campeche y Yucatán sin consultar a las comunidades locales, que se quejaron porque estos cultivos contaminaban la miel de Campeche, de manera que amenazaban el suministro de alimentos, el medio ambiente y el medio de sustento de comunidades mayas.
Un estudio de la Universidad Autónoma de Campeche (UAC) confirmó que el polen de la soya genéticamente modificada estaba presente en el suministro local de miel.
Pech lideró a la coalición que presentó la demanda bajo el argumento de que el Gobierno y Monsanto no llevaron a cabo una consulta previa a las comunidades indígenas antes de autorizar los permisos, así que violaron la Constitución Mexicana y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dictaminó en 2016 que el Gobierno debe realizar consultas previas en las comunidades indígenas antes de sembrar soya genéticamente modificada.
Su fallo resultó en la cancelación de los permisos de Monsanto y en la prohibición de la siembra de esta soya en Campeche y Yucatán.
«La lucha histórica de Pech y la coalición establece precedentes en México, y es ya un modelo para otros movimientos de lucha indígena por la protección de sus derechos y la defensa y manejo de la tierra», apunta la Fundación Ambiental Goldman en un comunicado.
En el 2017, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) revocó el permiso de Monsanto para cultivar soya genéticamente modificada en siete entidades.
«Pech sufrió una discriminación frecuente y fue ampliamente subestimada: al verla en persona después de su victoria en los tribunales, un abogado de Monstanto comentó que no podía creer que ‘esta pequeña mujer’ les hubiera derrotado», señala el comunicado. La apicultora es la quinta persona del País en recibir un Premio Goldman, después de Edwin Bustillos en 1996, Rodolfo Montiel Flores en 2000, Isidro Baldenegro en 2005 y Jesús León Santos en 2008. (Reforma).