Para Usted
AMLO: Pierde El Control Político de Tabasco
Mario Gómez y González
chayogomezg@hotmail.com
El Control político es la aptitud que posee quien ostenta el poder para dirigir o suprimir el o los cambios necesarios con la finalidad de conseguir la estabilidad política, social y económica; pero, sobre todo, mantener y conservar el poder, y la toma de decisiones.
La función del control político consiste, precisamente, en controlar, dirigir, manipular, vigilar, verificar, examinar, dominar, intervenir, limitar el accionar y la actividad de una administración (gobierno en sus tres niveles, organismos autónomos, poderes y demás entidades públicas), así como de los grupos y personajes políticos, a través de diversos instrumentos y mecanismos de presión, coacción, sanción, castigo y “ajuste de cuentas”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, ha perdido el control político de Tabasco (su estado natal), al permitir, avalar, alentar y/o hacerse el desentendido (ni lo ve, ni lo oye), de una lucha y enfrentamiento generalizado y desencarnado entre dos grupos políticos; el de su secretario de gobernación Adán Augusto López Hernández y el del titular de Fonatur, Javier May Rodríguez.
Pecaríamos de ingenuos si pensáramos que este conflicto se circunscribe al ámbito local de Tabasco o de la región sureste del país; por el contrario, alcanzó ya una importante connotación nacional, toda vez que involucra al funcionario que debería impulsar los acuerdos, la estabilidad política, el diálogo y la negociación; Adán Augusto López Hernández, número “2” del país y al responsable de uno de los proyectos insignia de esta administración; el Tren Maya (Javier May Rodríguez).
Pero además, el enfrentamiento se da en la mismísima tierra natal del presidente de la república (Tabasco), entre una de sus “corcholatas” y quien generó la lucha (AALH) y donde Javier May Rodríguez, hizo público, a través de sus simpatizantes, su apoyo hacia una adversaria del secretario de gobernación; en este caso, la jefa del gobierno de la ciudad de México, Claudia Sheinbaum, a pesar de que el inquilino del Palacio de Cobián, allá por los rumbos de Bucareli, es también oriundo de esta tierra del mosquito y el pantanal.
Pero, además, y visto como una “especial característica”, el mismo Adán Augusto López Hernández, ordena e instrumenta una represión y persecución (cese inmediato), en contra de los funcionarios estatales del gobierno de la Cuarta Transformación en Tabasco (4T), que hicieron público su apoyo al comalcanence Javier May Rodríguez; quien ahora está obligado a salir en su defensa, porque de no hacerlo, el resto del grupo lo abandonaría y nadie más se le acercaría.
En estos momentos y en base a los escenarios, condiciones y circunstancias actuales, Tabasco es un caso y/o estado suigéneris en el contexto nacional; ¿por qué?, porque los actores políticos, en su inmensa mayoría, están atentos a quien será el candidato presidencial de Morena, porque de inmediato sabrían quién será el abanderado vinotinto al gobierno estatal en el 2024: todo lo anterior, ante la “complacencia” de los partidos de oposición, particularmente el PRI y el PRD, que no muestran rasgos de agrupamiento para la contienda electoral que se avecina.
Insistimos, no es un pleito local o rural entre los “Adancistas” y “Maycistas”, sino que ya es de alcance y trascendencia nacional, que ya involucra el apoyo de uno de estos grupos hacia la jefa del Gobierno de la ciudad de México Claudia Sheinbaum, en la misma bendita tierra presidencial y en territorio “propiedad” de otro aspirante a la silla presidencial, Adán Augusto López Hernández.
En este sentido podemos anotar, vislumbrar y hasta vaticinar que el presidente tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, tiene ante sí la decisión más importante de su carrera política; designar correctamente quien habrá de ser el candidato de Morena, para sucederlo en Palacio Nacional; so pena de que le suceda lo mismo que al ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
¿Lo recuerdan?; Salinas de Gortari, llegó todo poderoso al momento de tomar la decisión de quien sería el abanderado del PRI a la presidencia y por ende su sucesor, inclinándose por Luis Donaldo Colosio, lo que dio paso a que su grupo (el del presidente CSG), no le perdonara esa decisión, sobreviniendo la traición en la persona, entre otros, de Manuel Camacho Solís; dando paso a la aparición del ejército zapatista de liberación nacional (EZLN).
Por eso, Andrés Manuel López Obrador, debe estar consciente de que, al igual que con Carlos Salinas de Gortari, su grupo de amigos, colaboradores e incondicionales no le perdonarán una mala decisión en torno a quien será su candidato a la presidencia y su posible sucesor(a).
En otras palabras, en Morena se repite (y muy probablemente se repetirá), la historia del PRI, cuyas luchas intestinas originaron rupturas, fracturas, resquebrajamientos, naufragios, debacles y el hundimiento final del tricolor. Morena y la Cuarta Transformación (4T), van y llevan el mismo camino, pues en sus entrañas ya está esparcido el virus de su propia destrucción. Al tiempo.
Jaque Mate** ¿Quién lo diría?, aquel mismo César Raúl Ojeda Zubieta, que, en 1994, en el antiguo hotel Holiday Inn (hoy Marriott), les exigía a los enviados del CEN del PRI, que el candidato a gobernador debía ser Roberto Madrazo Pintado. o si no, habría rebelión** ese mismo CROZ, que en la Plaza de la Revolución en Tabasco 2000, en enero de 1995 azuzaba a Roberto Madrazo y de paso a Manuel Gurría Ordóñez, para que desalojaran la Plaza de Armas del “harapiento” de Andrés Manuel López Obrador** del mismo Raúl Ojeda que decía que MORENA no es un partido, sino un movimiento personal de AMLO, quien le puso “mapachón”, sea hoy el presidente del Consejo Político de MORENA en Tabasco** Y, ¿quién diría también?, que la hoy dirigente del partido del presidente, Tey Mollinedo Cano, apenas hace 5 años, impugnaba furiosa (echando sapos y culebras), una candidatura a diputada, pero dentro de las filas del PRI** ¿así es la política?** Es pregunta** hasta mañana Dios mediante.
